Capítulo XXV:Castigo en el bosque prohibido

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LA NOTA DEL FINAL ES IMPORTANTE 🎁🎊

SIN MÁS QUE DECIR DISFRUTEN LA LECTURA.

La conversación con Alex me dejó mucho en que pensar, pero también hizo que comenzará a valorar cada segundo dentro del libro, no se que va a pasar cuando vuelva al mundo real por eso debo disfrutar cada instante junto a mis amigos.

Estoy tan nostálgica que paso mi tiempo libre con Patrick y Cedric con el pretexto de repasar sus deberes de Herbología. También comparto más discusiones con Hermione porque se que las extrañaré muchísimo, aveces acompaño a Harry a sus entrenamientos de quidditch.

Decidí que pasaría parte de mi tiempo jugando ajedrez con Ron, por eso le pedí que me enseñará a jugarlo, al principio se sorprendió un poco pero no dudo ni un segundo en hacerlo y me destrozó en las siguientes diez partidas.

Con los gemelos paso bastante tiempo ayudándoles a planear próximas travesuras para Filch, incluso les propuse hacer una con Peeves para el final de curso.

Los siguientes fines de semana los paso visitando a Hagrid sin falta, charlando acerca de las noticias que me cartea Charlie acerca de Norberto, también le pedí que me enseñe a tocar la flauta que me regaló en navidad.

Jordan, es uno de los amigos que menos esperé tener pero comparto mis tardes libres con él, organizando comentarios nuevos, indirectas planeadas para Slytherin y porras para Gryffindor.

Y la persona con la que descargo parte de mi sarcasmo y mi altanería es con Draco Malfoy, todas las veces que nos hemos topado le he respondido con diversión, mi enojo con él se esfumó al enterarme que tal ves no volveré a verlo, lo que más voy a extrañar de él es su arrogancia y egocentrismo.

Los días se me hacen sumamente cortos, como si el reloj estuviera en mi contra y apresurara cada segundo de mi estadía para sacarme lo antes posible.

Se siente como una despedida agridulce.

•••

—¡Chicos! —exclama Harry colorado debido a que llegó corriendo a la sala común —estaba... Volviendo de la biblioteca cuando... —trata de explicar con la respiración agitada.

El azabache había regresado a la biblioteca porque olvidó su tintero en la tarde, estábamos dando los últimos repasos de las rebeliones de los gnomos y se encontraba tan agotado que no se percató que lo dejo en una mesa.

—Respira Harry —aconsejo ceñuda.

—Es... Q-que no —habla con dificultad.

—Toma aire y cálmate porque no entendemos nada de lo que dices —demanda Hermione.

Harry se sienta en el sofá de a lado y toma una gran bocado de aire antes de hablar.

—Cuando salía de la biblioteca escuché que habían dos personas discutiendo en un pasillo, me acerque porque reconocí la voz de Snape, tranquilas no me vio —informa justo cuando estamos por reprocharle su imprudencia —el caso es que alcance a escuchar que Quirrell primero suplicaba que no quería hacer lo que le pedía pero después de unos minutos dijo "Está bien tú ganas" y salió del aula llorando.

—Estas diciendo ¿Qué Quirrell cedió? —pregunto horrorizada.

—Eso creo.

—¡Entonces Snape lo hizo!  —dice Ron escandalizado —Si Quirrell le dijo como romper su encantamiento anti-Fuerzas Oscuras...

—Pero todavía queda  Fluffy  —recuerda Hermione.

—Tal vez Snape descubrió cómo pasar ante él sin preguntarle a Hagrid  — dice Ron, mirando a las docenas de libros que nos rodeaban —seguro que por aquí hay un libro que dice cómo burlar a un perro gigante de tres cabezas. ¿Qué vamos a hacer, Harry?

La octava hija de los WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora