CICATRICES DEL ALMA 2

Capitulo 5

-Señor Grey, el jet está listo, solo esperamos indicaciones suyas.-

-Taylor, mantén a la prensa muy lejos de aquí. No quiero que nos molesten al dejar el hospital. Ana y la bebé en completa calma. Llama y ordena que por ningún motivo pueden acercarse a nosotros, solo personal autorizado. Teddy está por llegar con Becka. Taylor nada de errores. Ana, está atravesando una crisis emocional muy fuerte. Debemos hacer todo lo que esté en nuestra manos para evitarle más estrés. Anoche tuvo una de las crisis más fuertes que ha padecido hasta este momento. Por un momento perdió la noción de donde estábamos, lloraba sin control pidiéndole perdón a nuestra hija. Gritaba que ella la amaba y que la única culpable de su muerte, era ella por no saber cuidarla. No sé qué hacer, aquí el único culpable soy yo, por no poner un límite a Mia, por permitir que dañara a mi familia y mira como terminaron las cosas. Ray está muerto. Mi madre internada en una clínica, mi padre atado a ella. Mis abuelos destrozados. Mía prófuga de la justicia, escondida en algún agujero. Hyde desaparecido y la loca de su mujer muerta. La familia de Anastasia destruida y llena de rencor. ¿En que momento se salió todo de control? Mi bebé, es un ser indefenso, es quien pagó todo. Se aferró a vivir, luchando por su vida en una incubadora. ¿Que clase de hombre soy?¿ Merezco a mi mujer y mis hijos? Anastasia merecía la dicha de tener un parto único, llenos de amor y felicidad. Ella no merecía este dolor tan grande. Le fallé, le fallamos.

Me permito llorar, reconozco que me mi debilidad y falta de carácter contra mi sangre nos llevo a esta desgracia. Si tan solo hubiese puesto un alto a Mía. Juro que la encontraré y si es necesario acabaré con ella con mis propias manos. Mi hermano y Kate se han adelantado a España, deben preparar todo para nuestra llegada. Anastasia y su hermano llevarán las cenizas de Ray a su cripta familiar. Amigos y socios de los Steele pidieron poder despedirse de él en una misa, donde estuvieran presentes sus cenizas. Ana se negó a estar presente. Asistiremos algunos miembros de la familia.

La habitación donde se encuentra mi mujer está resguardada por 3 agentes de seguridad. Todo el piso está sumamente custodiado. Al entrar Ana tiene entre sus brazos a nuestra hermosa hija. Mi corazón se infla de agradecimiento al saber verlas así. Me acerco a mi mujer y las envuelvo en un fuerte abrazo. Quiero trasmitirles mi amor, que se sientan seguras y protegidas. Mi mujer me sonríe cálidamente pero la tristeza se sigue reflejando en su rostro. Le informo que es momento de abandonar este hospital y reunirnos con nuestro hijo. Asiente levemente. Taylor y Luke entran para escoltarnos hasta nuestro auto y ayudarnos con el equipaje, les entrego todo menos el bolso con las pertenecías de mi bebé. Me lo cuelgo en el hombro.  Puedo sentir como el cuerpo de Ana comienza a temblar. Puedo sentir su pavor.

-Nena, no tienes por qué temer. Tú y nuestros hijos están seguros. Te prometo que nada ni nadie volverá a lastimarlos. Por favor, confía en mi.-

En una genuina sincronización las puertas del elevador se abren y a la par la camioneta en la que Teddy se transporta llega. Mi pequeño gran bebé grita al vernos. Pero en cuanto se da cuenta que mamá tiene a un bebé en los brazos hace un tierno puchero. Ana me pide cargar a la bebé para que pueda abrazar a Teddy. Lo abraza y llena de besos, llora al sentir la manos de nuestro hijo cubriendo su rostro. Becka abraza a mi mujer y ambas lloran. Sé que no es el mejor momento ni el lugar indicado pero separarlas sería algo muy cruel. Mi niño observa atento a la bebé. Decidimos que en el jet le diéremos quien es la bebé. Acomodo a mis hijos en el auto y me reviso que todo esté seguro. Mi mujer y yo vamos tomados de la mano durante el camino al jet. La tripulación nos da la bienvenida. Debemos permanecer sentados mientras el jet despega. Teddy se emociona al ver como el jet comienza a elevarse. El capitán nos informa que ya podemos movernos. Becka libera a Teddy e inmediatamente se quita la playera y los zapatos. Ana me informa que llevará a la bebé y a Teddy a la habitación. Pareciera que quiere mantenerme ajeno a este momento, pero decido acompañarlos. Teddy sigue viendo a hermana con cierto celo y duda. Recuesta a nuestra hija en la cama, y él se sienta marcando su distancia.

Nos causa un poco de risa al ver los gesto que nuestro hijo hace, cada vez que la ve.

-Teddy mi amor, recuerdas que mami y papi te dijimos que tendríamos una bebé y sería tu hermanita. Tú le dabas besitos cuando estaba en mi pancita. Ahora mami te trajo a tu hermanita ora que la ames y le des muchos besitos. Ella es Dasha, tu hermanita. Ella al igual que papi y mami te amamos intensamente.

Teddy pasa del celo y la duda a la alegría y la guerra de preguntas respecto a su hermana. Si por él fuera la tendría rondando en el piso jugando con él. No pierde oportunidad para besarla y acostarse junto a ella.

Disfrutaré de estos momentos junto a mis hijos y a mi mujer, antes de que el caos vuelva a nuestra vida.