Dos destinos. (Creepypastas y Tú)

2.V "Poseídos"

Lamento la tardanza. Los estudios y entrenamientos me complicaron, pero ya estoy.

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El resto de la semana transcurrió sin problemas y sin tener que verle la cara a Toby. Maldito traicionero.

Me mantenía en alerta más seguido, los chicos venían a hablar conmigo en mi cuarto pero yo no lograba hablarles con naturalidad. Tenía miedo, en el fondo, de hacer un paso en falso y acabar encontrando a Zalgo entre uno de ellos.

Jeff entró en mi habitación y cerró de una patada. Se acercó hasta el borde de la cama y me miró con cierto ánimo inusual.

-¿Qué ocurre ahora?-Pregunté.

-Masky estará haciendo guardia por los alrededores de la cabaña-comentó y amplió su sonrisa-. No puedo creer que teniendo a Jeff the Killer cerca, sigas teniendo miedo.

Sonreí un momento y me lancé a él para abrazarlo siendo correspondida, extrañamente correspondida.

-Sí, bueno... Entiende que es Zalgo de quien hablamos. No es un simple demonio o un creepypasta fácil de vencer, aunque ninguno lo es.

-En eso tienes razón, pero no nos preocupemos ahora. Estás a salvo, eso es lo importante.

Seguido de esto, se separó y salió de mi habitación. Con que los Proxys estaban aquí...

Me arrodillé en la cama y miré por fuera de la ventana, divisando a Eyeless, Masky y Toby con Slenderman. Tch, es la primera vez que ese desgraciado hace algo bien. Mi curiosidad estaba ganando terreno, quería saber qué haría Toby...

Doy pena, mucha pena.

Hizo girar sus hachas entre sus manos y los tres juntos asintieron a Slender, quien desapareció repentinamente del bosque. Aún me cuesta asimilar que Eyeless sea el reemplazo de Hoodie, por lo menos para él. Ese Proxy era irremplazable, tanto para Masky como para Toby, mucho más para el primero; era como si ellos dos estuvieran unidos por una amistad muy fuerte.

-Y fue mi culpa que muriera...

No estaba conciente de mis acciones esa vez que el mundo casi desaparece, pero la culpa es la causante de muchos remordimientos en mi cabeza. Se le suma el hecho de que Masky había jurado destruir a quien haya sido culpable o cómplice de la muerte de Hoodie y ahí entro yo...

En fin, me vestí y bajé, cruzándome a Sally en medio del camino.

-Sally, ¿necesitas algo?

No me respondió, simplemente me analizó con esos ojos verdes, y cuidadosamente siguió su camino hacia su habitación.

-Bien...

Debía verme tan paranoica que seguro se fue antes de que iniciara mis teorías conspirativas. Pobre Sally.

Llegué a la entrada de la cabaña, ganando la atención de los proxys. Me miraban expectantes, menos Masky que estaba impaciente, se le notaba en su postura intranquila.

-¿Desde cuándo eres intranquilo?-Pregunté con una ceja levantada.

Se acercó a mí, hasta que su máscara quedó a pocos centímetros de mi rostro.

-Desde que debo cuidar a un ser despreciable como tú.

Vaya, ese sí era Masky. Suspire y divise el rostro de Toby, pero este se giró dándome la espalda. Bien, ambos somos unos infantiles, pero no pienso ser la primera en acercarme.

-Esta noche haremos turnos. Eyeless, tú te quedarás conmigo fuera de la cabaña. Toby, irás dentro y cuidarás de _____. Después de todo, no se llevan tan mal entre ustedes.