•03•

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•J•O•E•L•









La puerta de entrada ya está reforzada, y ahora es casi imposible que cualquier zombie entre.

Camino hasta sentarme en el piso agotado. 

Él esta en frente rozando su narizita con la de Darwing, y por lo que veo su intención es hacerlo hasta que se duerma.

La imagen es tan tierna que me quedo unos segundos mirandola, hasta que siento una lengua mojada pasando por mi rostro.

Thor.

Suelto un pequeño grito, que capta su atención al instante y me mira mal, parecía que su hermanito ya se estaba durmiendo.

Puedo confirmarlo porque el niño le empieza a hablar y lo lleva a su pechito para apachurrarlo, intentando dormilo nuevamente.

─Quiedo leche ─escucho que susurra el menor y él me mira casi al instante.

─¿Puedes conseguirla?

Entiendo que quiere que la busque yo, porque el esta ocupado.

Asiento levantandome y mi perro va detrás siguiendome por todos los pasillos que recorro para encontrar leche.

Está en la zona de lacteos, y me acerco para ver cual es la mejor.

Al final elijo cualquiera que tenga pinta de ser leche no vencida.

Nunca tuve hermanos, nunca nunca.

Recuerdo habérselo pedido a mis papás de chiquito, solía hacer berrinches y pataletas y siempre terminaba llorando en el piso.

Toda mi vida he estado solo.

Por eso tenerlo a él y ha su hemanito acá conmigo haciendome compañía, es tan jodidamente extraño para mi.

Nunca tuve un mejor amigo o amiga, porque de pequeño era muy antisocial, y mi primer amor... ni que decir.

A los 18 años decidí ir solo por la vida, ya no intente buscar el amor, ni algún tipo de amistad sincera, solo era yo.

Y me encantaba.

Pero se se siente raro sentir que la compañía de esos dos, me hace sentir extrañamente feliz.

Tal vez son como la familia que nunca tuve.

Salgo de mis pensamientos, cuando escucho mi nombre salir de sus labios.

Sus hermosos, brillantes y rosados labios.

─¿Fuiste a buscar leche al otro lado del mundo, o acá?

Parece que ahora el me intimida a mi.

Debería ser al revés.

No pasa ni un minuto cuando el ya tiene un biberon con leche preparado y lo mete en la pequeña boquita de su hermano.

Una pregunta que estado queriendo hacerle pasa por mi mente, pero joder porque me pongo tan nervioso.

No se lo preguntare.

─No me dijiste tu nombre ─suelto como una indirecta.

Que perdedor.

─Erick, me llamo Erick.

─Erick ─repito más en un susurro para mi mismo.

Es el nombre más bonito que he escuchado en toda mi miserable vida.

No suelo decir cumplidos y nunca lo haré, pero necesito decir algo.

─Nombre...

─¿De rata? ─indica suspirando mientras se levanta con cuidado de no despertar a Darwing. 

─Sí ─digo restandole importancia sabiendo que eso no es lo que quería decirle realmente.

Claro que no.

Me acuesto para atrás mirando su carita perfecta.

Es hermoso.

Observó como se saca su chaqueta y la coloca como almohada para que su hermanito no se duerma incomodo.

Es tan lindo. Y no me refiero a lo físico.

Su lengua vuelve a pasar por mi cara empapandome todo y yo sujeto su cuerpito para detenerlo.

─Shh ─le digo y parece entenderme─ El bebé esta durmiendo, no podemos despertarlo.

Thor se acurruca entre mis piernas frotando su cabeza contra mi estomago y veo que esta se levanta de inmediato al sentir como él se sienta a mi lado.

Lleva sus suaves y bonitas manos a la cabezita de Thor y hace caricias ahí.

─Me gusta mucho tu perro ─me confieza sonriente rascando ahora su barriguita, mientras mi perro se revuelca de un lado a otro contento.

Cuando no los perros robando la atención.

Los siguientes minutos, solo me dedico a mirar lo bonito que se ve por el solo hecho de sonreír.

Tiene hoyuelos, es más que perfecto.











Sobrevivir↝ᴶᵒᵉʳⁱᶜᵏⓣDonde viven las historias. Descúbrelo ahora