cap 1

4.2K 394 71
                                    

     Este es el comienzo de la guerra                 
                    que ya perdí.

        ☆゜・。。・゜゜・。。・゜★

Narra Tony:

Y ahí me encontraba yo afuera de mi habitación mientras una Nat gritaba del otro lado sobre que tenía ropa que me atribuía mucho más que una chaqueta y un pantalón que no es pegado al cuerpo.

Yo simplemente tomaba mi café mientras le preguntaba a Jarvis sobre el número de destrozos que causaba Natasha.

Cuando ella salió solo fue para jalarme para dentro de la habitación mientras me ponía la ropa que tenía que usar en la cama y finalmente salía.

Yo simplemente acepté mi destino y me vestí con lo que me había dejado en la cama para salir.

– demonios eres perfecto Tony! Te podría vestir con harapos y te seguirías vendo fabuloso, es momento de que Steve mire que es la verdadera belleza y no cosas comunes y fáciles como Peggy Carter.

– si si como digas...

– ese no es mi Tony, donde está tu entusiasmos?

– ¡está dormido aún por qué son las 3 de la mañana!

– no te me preocupes es mejor por qué al que madruga Dios le ayuda.

– claro ahora por favor me dejas dormir una hora más?

– claro descansa voy a preparar el desayuno.

– claro rusa loca - dije susurrando mientras volvía a pegar los ojos para dormir cosa que no duró mucho ya que me despertó nuevamente para comer y así nos fuimos ahora que lo pienso es mi culpa por haberla invitado a una pijamada.

– debo de admitir que me siento incómodo con esta ropa...

– por qué? Si te ves condenada mente bien casi a mi mismo nivel.

Me sonrió y yo solo le mire negando con gracia.

El resto del camino seguimos hablando de trivialidades y del por qué de mi ropa oculta hasta que por fin llegamos a la academia y chocarmos con Steve.

– hola - le sonreí y el me miró de arriba para bajo con cierto desconcierto.

– hola Tony... Hola Nat

– ahórrate todo Rogers y dime qué te parece el nuevo look de Tony?

– está bien... Es ¿Lindo?

Y ahí estaba otro momento incómodo que anotaré a mi lista.

– bueno no importa yo me siento bien y eso me basta...

Logré mirar que traía el bendito ramo de flores en mano y simplemente le sonreí y saqué de mi mochila su almuerzo.

– ten Rogers te va a ser falta - y sin más me fui del lugar mientras miraba como aquellos que me decías hola de vez en cuando o me hablaban se ponían casi enfrente de mi para saludarme y hablarme.

Yo simplemente ignore ese echo y llegue a Palio de la escuela para simplemente escuchar música mientras que una Nat que de seguro venía de reñir a Steve corría hacia mi.

– no te preocupes Tony, se que encontraremos otra forma para que Steve te presté atención y...

No la dejé terminar, un lado de mi ya estaba arto y comencé a hablar.

– Nat te lo dije yo nunca le voy a gustar y yo acepté aún que me doliera lo acepte, si me vez triste no es mi parte humana por qué está se resigno. Es mi parte Omega que llora por qué siente el desprecio del que cree que es su alfa.

No termine de hablar por qué me sentí atragantado con algo y escupí sin prestarle mucha atención a eso seguí con mi argumento.

– ya me resigné y se de que Steve nunca va a amarme más que como su amigo de que solo tiene ojos para alguien que no sabe ni siquiera que existe y que no importa los sacrificios que haga por el.

Sentía como me volví a atragantar y al escupir y ver para arriba nuevamente logré mirar a una pálida Natasha que lloraba y señalaba el piso.

No me lo podía creer... Pues en el piso estaba una flores que tenían sangre.

Yo tenía Hanahaki Disease o la enfermedad de las flores...

Bueno sabría que iba a morir de una u otra manera como Steve se casará y mi Omega se morir de tristeza y mándame consigo a la tumba... Pero morir de una forma tan extraña y casi irreal estaba muy bajo en mi lista de muertes o cosas que podían ocurrir.

Suspiro y Nat llega para abrazarme, ambos nos quedamos en silencio.

Hoy iba a ser un largo día.

Después de unos minutos oí los sollozos de Nat.

– Tony por dios hay - Natasha no dejo de llorar en ningún momento y yo solo miraba como se posaban en el piso las flores que eran de un azul intenso ahora teñidas de rojas por la sangré...

–tranquila Nat ya había aceptado este echo y aún así no quiero morir tan jóven.

AmistadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora