My first real crush.

Introduccion.

Aún siento su roce en los labios, también siento sus manos en mi cintura y…y aún siento su mirada fija en mí.

Miro mi notebook que esta sobre mis piernas que están estiradas sobre las enroscadas sabanas de mi cama, las cuales han estado así por ya una semana. Hay una hoja en blanca en la pantalla y una pequeña barra blanca que titila en ella obligándome a escribir pero sin ninguna idea en mi cabeza para hacerla realidad. Toco mi labio inferior y sonrió recordando el primer sábado.

Ya no debo recordarlo mas, fue demasiado para mí en poco tiempo, esto no es justo.

—Bebé, saldré con las chicas, no le abras a desconocidos. — Mamá simplemente abre la puerta y asoma su cabeza por el pequeño agujero para después volver a cerrar sin dejar señal de que ella estuviera allí alguna vez. Escucho como la puerta se abre y tomo la notebook para llevarla a la sala.

Bajo las escaleras lentamente y cuando llego al sofá, ahí dejo la notebook para dirigirme a la cocina y ver que puedo comer. Me preparo un té y tomo de la alacena de arriba una caja de chips cuando una imagen se cruza por mi mente y la caja cae de mis manos.

Recuerdo sus manos en mi cintura y respiro profundo para volver a la realidad, de que eso ya sucedió y ahora estoy solo….en mi casa.

Vuelvo a tomar el paquete de galletas junto con el te listo y me siento en el sofá, aún siento dolor en los pies, no sé porque, ni que hubiera usado zapatos o algo por el estilo. Mi notebook vuelve a estar sobre mis piernas y mis pies sobre la mesa ratona, cosa que si mi mama llega a enterarse me matará. Muevo mis dedos  de los pies y caliento mis manos con el té. Mierda, la tasa es azul.

Y es cuando recuerdo su mirada fija en mí.

Y es cuando entiendo todo perfectamente, la única manera de sacarlo de mi mente es escribirlo. Dejo la taza a un lado y posiciono mis manos en el teclado, dejando que fluyan como una cascada sobre las rocas. Escribiendo como fue todo desde un principio.

Y así fue como comenzó todo.