Wildest Dreams.

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♡ Planeo que esta historia tenga entre 10 a 15 capítulos, asique se hará cortita.

♡ Recomendación: lean con la canción lovely de Billie Eilish y Khalid 💛

El viaje en avión por suerte no se hizo tan pesado. A pesar de lo lejos que se situaba, gracias al jet privado que HoSeok les proporcionó para estar cómodos ayudó bastante. Sin embargo, JiMin tenía un poco —mucho— de pánico a viajar, y aún más cuando se le indicó que debía sentarse junto a Min YoonGi. Al ubicarse, abrió su bolso y sacó unas pastillas para que lo ayudaran a dormir.

—¿Fobia a volar?

—Sí, tendrás que aguantar a un compañero histérico. —ambos rieron.

—Está bien, no me molesta estar contigo.

JiMin se sonrojó y no hablaron más, rápidamente el efecto comenzó a sentirse en él y los ojos se le cerraban. Durmió como un bebé prácticamente todo el tiempo.

Cuando llegaron, se sorprendió al verse tan cómodo. Se removió y encontró una manta tapándolo y su cabeza apoyada en un hombro de YoonGi, mientras sus manos estaban entrelazadas. Se separó suavemente y notó que YoonGi igualmente estaba dormido.

—YoonGi. —lo movió ligeramente— Ya llegamos.

—¿Oh? No noté cuando me dormí. —sonrió y soltaron sus manos.

Al bajar del jet, el paisaje lo maravilló, tenían un set totalmente preparado solo para ellos. Sintió el refrescante aire en su cara y revolver sus hebras, ahora de color castaño miel por su papel en la película. Cerró los ojos agradeciendo la sensación de los cálidos rayos de sol en su piel y olvidar el frío invierno que había poseído Corea del Sur.

—¿Disfrutando?

JiMin dio un pequeño salto al escuchar esa voz tras él.

—Sí. Extrañaba sentir el sol. —le sonrió.

—Espero sigas pensando igual cuando el calor sea asfixiante. —YoonGi se apoyó en un mural y lo miró sonriendo de lado.

—Estoy seguro que mi estadía aquí será perfecta. —mordió sutilmente su labio inferior.

No sabe si fue su imaginación, sus deseos o la realidad, pero le pareció ver lujuria cruzar por los oscuros orbes de YoonGi. Le sonrió y miró en dirección en donde el personal se agrupaba.

—Debemos ir hacia allá.

—Te sigo. —indicó el mayor caminando tras él.

¿Estaría mal decir que JiMin caminó tal como en una pasarela como si su vida dependiera de ello? Sabía que iba para un camino equivocado, pero le encantaba sentir la atención de alguien atractivo en él, y YoonGi cumplía todos sus estándares del hombre perfecto. Poseía grandes hombros que parecían perfectos para apoyar su cabeza, unos ojos que te cautivaban y atrapaban sin dejar escapatoria una vez que los mirabas, un tono de piel que parecía irreal y unos labios tan apetecibles que querían hacer a JiMin pecar y arriesgarse a ir contra la marea. Ah, y sus manos...