Wildest Dreams.

7

♡ Holaaaaa, espero les guste el capítulo. No me convenció mucho pero llevaba tiempo sin actualizar y también necesitaba darme un descanso de la universidad :(

♡ Espero estén bien, cuídense muchísimo.

A lo largo de su amistad con NamJoon lo había visto enojado un centenar de veces, también lo había visto abrumado, estresado y angustiado, pero no podría comparar la cara que tenía en ese momento con ninguna situación. Tampoco podía decir con exactitud cuál era el sentimiento que expresaba, parecía estar enojado pero también... decepcionado.

—Nam... —susurró.

—¿Es por esto que estuviste raro todo este tiempo? —comenzó a unir piezas en su cabeza— ¡Mierda, JiMin! ¿Eres consciente de lo que estás arriesgando? ¡No eres tú solamente!

—¡Lo sé! —sus ojos se llenaron de lágrimas, jamás le había hablado de esa forma— Lo tengo más que claro, pero solamente pasó...

—NamJoon, nosotros-

—Tú cállate. No estás incluído en esta conversación. —sus puños estaban blancos de la fuerza con los que los apretaba.

—Cualquier cosa en la que esté involucrado JiMin es mío también. —gruñó.

—Vete. Vete ahora mismo Min YoonGi. No quiero hacer algo de lo que después me arrepentiré.

YoonGi se iba a acercar más para pelear, pero JiMin colocó su pequeña mano en el pecho contrario, mirándolo con lágrimas bajar por sus mejillas.

—Yo hablaré con él, Yoonie. Ve.

—Puede hacerte algo JiMin, yo-

—Él no me hará nada, puede estar furioso pero es incapaz de levantarme la mano.

—Bien. —apretó la mandíbula y dio un paso atrás— Puedes ir a verme después.

JiMin le dio un intento de sonrisa y YoonGi se retiró con un nudo en la garganta y una rara sensación en el pecho. El menor miró directamente a NamJoon y comenzó a hablar.

—Nam...

—No puedo creer lo idiota que estás siendo, JiMin. ¿Vas a arriesgar todo por... YoonGi? —escupió su nombre.

—Con YoonGi estamos enamorados. —aseguró.

—¿Enamorados? —se burló— ¿Puedes estar enamorado de alguien que no conoces?

—¡Lo conozco!

—JiMin, llevas unos meses con él. Puedo apostar que no eres nada para él, simplemente alguien que le está calentando la cama por las noches. —JiMin lo golpeó en la mejilla, logrando un fuerte ruido y que su amigo volteara la cara.

—No vuelvas a hablar así sobre mí, ¡Soy tu amigo!

—Eso creía, que eras mi mejor amigo, que siempre me contarías todo y que jamás arriesgarías algo por lo que ambos luchamos tanto. Por algo en que ambos lloramos y dimos todo de nosotros, comiendo una vez al día y así ahorrar para ir a tus audiciones. —se miraron— Ese es el amigo que yo creí que tenía. Veo que me equivoqué. —susurró lo último.

—No, Nam. —JiMin se aferró a sus brazos negando repetidamente— Sigo siendo yo, sigo siendo tu JiMinnie. —se desesperó.

—No. Ya no hay JiMinnie. —se separó del contacto de golpe— Ya no existe.

Ambos escuchaban sus agitadas respiraciones y los sollozos que los dos soltaban, había tanto que se querían decir, JiMin quería que NamJoon entendiera que está enamorado de Min YoonGi y que el sentimiento es mutuo, que después del rodaje podrían hacer la relación pública y que se veía a futuro con él, mientras que el mayor quería que JiMin abriera los ojos, porque eso no iba a pasar.

—¿Pasa algo aquí? —los interrumpieron.

—Buenas noches, Hoseok. No pasa nada, ya me retiraba.

—¿Estás seguro?

Cuando NamJoon lo miró, se dio cuenta que Jin estaba con el director y que sus ojos solo mostraban preocupación.

—Sí, ya me voy. —hizo una reverencia y comenzó a retirarse, pero sintió pasos tras él, pasos que él reconocía a la perfección.

Pero NamJoon estaba harto de intentar hacerse el fuerte, él también quería romperse a pedazos, porque jamás esperó encontrarse con el hombre que rompió su corazón, y sin duda tampoco esperó romper su amistad con el amigo más puro que tuvo en su vida. Abrió con fuerza la puerta de su caravana y se agarró la cabeza mientras dejaba más lágrimas salir de sus ojos. De pronto sintió un cálido calor envolverlo y que hacían que apoyara su cabeza en un hombro muy familiar para él.

—Está bien llorar, Nam. Puedes hacerlo aquí. Siempre puedes conmigo.

Por otro lado, JiMin simplemente se recostó en su cama, sintiendo sus ojos pesados y un cansancio apoderar su cuerpo. Pensó en ir por YoonGi pero simplemente quería descansar; él había pensado en decirle a Nam la situación por la que estaba pasando, pero cuando estuviera preparado y en algo más serio con el pálido. ¿Por qué todo tuvo que estallar así?

Quería que todo acabara. Quería gritar. Romper algo.

¿Por qué era un castigo que se enamorara de YoonGi? Está bien, comprende que HoSeok aclaró las reglas desde un primer momento, y que ambos protagonistas estuvieran de pareja podría provocar un gran revuelo, pero él podía aguantar y mantener todo en secreto, solo quería estar con su persona especial.

De pronto solo quiso sentirse seguro con YoonGi, refugiarse entre sus brazos y olvidar el mundo aunque sea un momento, por lo que se abrigó y salió de su caravana, ya ni siquiera le importaba que alguien lo viese. Tocó la puerta y esperó. Cuando su mayor abrió notó que estaba hablando por teléfono, extrañado por la hora, sobretodo cuando en Corea era muy por la mañana, se sentó en la cama a esperarlo.

—Es suficiente. —se masajeó la sien— Ya entendí, le diré a SeokJin que te transfiera. —suspiró sonoramente— Sí. Apenas pueda lo tendrás. Bien, adiós.

—¿Estás ocupado? Puedo irme... —jugó con sus deditos.

—Mmm, no, solo es un problema familiar, ya sabes. ¿Cómo te fue con NamJoon? ¿Te hizo algo?

—¿Aparte de tratarme horrible y que nuestra amistad haya terminado..? No. —alzó sus hombros sintiéndose peor que nunca.

—Lo siento tanto, JiMin. Jamás esperé que esto pasara. —lo tomó de las manos.

—Pero no importa, estaré mejor... Siempre te tendré a tí, ¿Verdad? —le preguntó esperanzado, con sus sentimientos pendiendo de un hilo.

YoonGi le dio una sonrisa rota y una mirada oscura.

—Sí, JiMin... Siempre me tendrás a mí.

Mentira. Eres un mentiroso.