11.-Numero Uno...

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Cuando sus ojos se abrieron nuevamente, se dio cuenta de que no tenia su cuerpo humano, mas bien mantenia sus enormes alas extendidas, su vision parecia palpitar y la respiración se volvia pesada, soltando grandes bufidos al tratar de acostumbrarse a su ahora forma de dragón.

El pequeño espacio entre los arboles dificultaba sus movimientos a la hora de extender sus grandes alas, por lo que sin pensarlo dos veces, emprendió vuelo en lo mas alto.

Sus oídos se agudizaron, escuchando el mas pequeño ruido que lo guiara a ese tan preciado destino que tanto le irritaba. Sus ojos viajaron con rapidez entre el bosque, buscando lo que fuera, pero el fuerte viento mecía los arboles con brusquedad dificultándole la búsqueda. 

O por lo menos asi fue, hasta que escucho un desgarrador grito viajar por el aire y llego a sus oídos.

Rapidamente emprendió vuelo hacia donde provenían los gritos, llevándose una gran sorpresa cuando vio una enorme cosa parecida a una bestia, de patas y garras grandes, con pelaje largo y oscuro que ondeaba como si se tratase de una aterradora presencia maligna, gruñía sin cesar a uno de los arboles.

Cuando estuvo mas cerca, pudo apreciar con mas detalle la escena que estaba pasando, esa "cosa", por que no parecia humana o real, no le gruñía al árbol, si no a un pobre chico que gritaba asustado por ayuda.

Actuó por instinto, bajando y aterrizando justo frente al chico en el suelo y cubrirlo con sus grandes alas en modo de protección. 

La bestia solto un extraño sonido, clavando las grandes garras sobre el suelo y moviendo sus hasta el punto de poderse apreciar sus huesos moviéndose disparejos, aterrador a primera vista. Llevo su vista al cuerpo del chico para asegurarse de que se encontrase bien, pero al momento de chocar miradas, se paralizo.

Esos ojos. Ese rostro. Ese cabello. Estaba completamente seguro de que era ese chico en la visión que habia tenido hace solo unos momentos atras, y eso de alguna forma lo aterro.

El chico mantenia una incrédula mirada, dejando que Young Jo sintiera esa extraña corriente atravesar su alma. Fue cuestión de segundos para que su cabeza se llenara de un millón de preguntas.

¿Quién era él? ¿Acaso él era numero uno? ¿Que hacia alli? ¿Por que aparecían juntos en sus visiones?

Pero no podia obtener respuestas en ese preciso momento, lo unico que importaba era protegerlo de lo que sea es horrorosa bestia. Solo pudo escuchar una audible palabra salir de los labios de ese desconocido. Haciendo que fijara sus ojos en él y se diera cuenta de la sangre que manchaba su ropa.

-Gracias...

*

Cuando el ultimo hueso dentro de su cuerpo se reacomodo, todo fue completamente diferente. Su respiración era pesada, su vision era de alguna forma mas clara, los sonidos se agudizaron hasta que pudo escuchar perfectamente hasta el mas mínimo ruido fuera de esa habitacion, el peso en su cuerpo aumento sintiéndose de alguna forma mas fuerte, grande, poderoso...

Al momento de ponerse de pie, se dio cuanta de que mantenia cuatro grandes y largas patas, las palabras eran cambiadas por pequeños gruñidos que generaba su ahora hocico, y la incomodidad lo hizo sacudir su cuerpo de forma descuidada.

Incluso la textura del suelo bajo sus patas se sentia diferente.

Todo era raro de ver, escuchar o olfatear, eran demasiadas cosas que parecían estar a solo escasos milímetros de su rostro y eso lo confundia.

Pero tambien era fascinante.

-¿Keon hee?-La vocecilla salio de forma cautelosa, haciendo que sus ojos voltearan con una rapidez impresionante que asusto a las dos personas frente a él.

2.Awaken-[Oneus]-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora