CAPITULO DIEZ

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CAPÍTULO DIEZ

NARRA CAROLINE

poco a poco abro los ojos sintiendo el escozor de la verbena en mis muñecas

— al fin despiertas— me sonríe como una maldita psicopata Aurora— estaba pensando que te maté antes de tiempo, así no sería divertido

— que alentador— ruedo los ojos debil

¿Cuanta verbena me había suministrado?

— pongamos las cosas claras— dice con una estaca en la mano, acercándola a mi para intimidarme— Soy el amor de la vida de Nik, siempre lo he sido y siempre lo seré y me molesta escuchar ciertos comentarios sobre tu relación con el

— claro, porque lo más sano es secuestrar a la competencia para no sentirse inferior— la miró con una falsa sonrisa

Tensa la mandíbula antes de encajarme la estaca en el estómago

Gruño de dolor y la miró con ira

— Nik y yo estamos en un mal momento, el tiene a mi hermano y si te quiere de vuelta... tendrá que devolvérmelo

— chantajeas al chico que te gusta— río entre dientes— muy original

—original serán los juegos en los que tengo pensado entretenerme contigo— me informa con una tétrica sonrisa

La herida en mi estómago es solo el comienzo

(...)

— escuche tu historia...— murmura Aurora exasperándose más — Klaus llego a tu pueblo natal, y convirtió todo en un caos

— fueron tiempos oscuros— digo irónica y ella me mira mal

— mató a muchas personas cercanas, usó a tus mejores amigas en un ritual homicida y los acecho durante un año— sonríe divertida— ¿y aún así estás loca por el?

— la única loca aquí eres tu— murmuro cansada intentando mover mis brazos— y no estoy loca por el

— querida, conozco la mirada de enamorada— rueda los ojos— soy un detector de mentiras bastante eficaz, quiero que me lo digas en la cara, así tendré motivos para matarte

—¿que quieres de mi?— gruño molesta

— dime que lo amas— me toma del cabello— confiesa que quieres algo que es MÍO

— Klaus no es un objeto— digo con la voz entrecortada— No es de nadie

— es mío— me contradice— y siempre lo será

— dejó de ser tuyo desde que entendió que no eras la única mujer en esta tierra que lo admiraba por como es, sin importarle sus actos...

La estaca vuelve a enterrarse, esta vez muy cerca del corazón

— ¿lo ves? Es la misma clase de palabrería cursi que diría una enamorada — dice divertida pero se que por dentro debe estar imaginando mi muerte

—¿celosa?— me rio entre dientes

— un poco— añade simple— aún no hemos llegado al mejor momento... confiésalo, solo dilo de una vez, di que lo amas, tú sufrimiento será menos lento

Tomó aire y la miró con odio, ¿cuando se detendría este calvario?

(...)

NARRA EVELYN

Escuchó la ducha del baño y me remuevo con lentitud, me estiro en la cama y trato de no abrir los ojos por el momento, aún estaba soñolienta

Cuando estoy terminando de abotonar una de las camisas de Kol en mi cuerpo, él sale del baño solo con una toalla en la cintura

1.HUMANIDAD -THE ORIGINALSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora