CAPITULO VEINTIUNO

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CAPÍTULO VEINTIUNO

NARRA EVELYN

Muevo mis caderas recostándome contra el pecho de Kol, la música esta demasiado alta, pero aún así, me mantengo alerta de todas las conversaciones a nuestro alrededor

Sus manos delinean mi figura y no puedo evitar sonreír, las luces al rededor apenas y son suficientes para que se noten nuestras facciones, su sonrisa es todo lo que veo, y me gusta

Todo de él me encanta

— puedes apostar a que la competencia va a ser salvaje— escuchó a un vampiro en la mesa del fondo

Mis ojos pasan fugazmente hacia esa persona, acompañado por otro chico

— no si los atrapo primero— responde el otro arrogante— he esperado lo suficiente para tener mi oportunidad contra Klaus Mikaelson, si alguien va a acabar con él ese seré yo

Ladeo la mirada y Kol a ocultado su sonrisa por una mueca molesta

Uno de los hombres camina hacia la salida

Acaricio el rostro de Kol y le dirigí una sonrisa

"Ve"

El hombre camina con sigilo hacia el final del bar, ante la atenta mirada de su acompañante quien aun parece no estar saciado

Kol aparece tras él antes de que pase el umbral y le arranca el corazón

—¡Jeremia!— escuchó el grito de quien aún está en la mesa del fondo

Se levanta de golpe y mira horrorizado la escena

Kol sonríe de lado y le dirige una mirada que lo congela, sus manos están manchadas de sangre

Retrocede a tropezones y mira horrorizado lo qué pasa alrededor, nadie se mueve

— escalofriante, ¿verdad?— aparezco tras suyo con una sonrisa pícara, se sobresalta— un hechizo de camuflaje, nadie puede vernos, pueden quedarse bailando sobre los sesos de tu amigo toda la noche y no lo sabrían, se que es oscuro pero...— entierro mi mano en su pecho Justo cuando se gira a desafiarme— tenemos que darle un poco de color al piso, tal vez escribamos con tu sangre que... no hay que meterse con los Mikaelson

(...)

Caminamos entre risas hacia la mansión, hacia mucho que no salíamos y la velada fue... gratificante

— ¡Kol! ¡Evie!— ruge furioso Marcel

Sale de la mansión acompañada de dos Strix

— hola, Marcel ¿qué tal?— Kol intenta hacerse el inocente— hermosa la noche

— salieron a mitad de la noche, sin escoltas— nos riñe

— los únicos que vienen aquí es para matar o a Elijah o a Klaus— le digo obvia — la línea de Kol ya está muerta y aún no se difunde la noticia de que volvió de entre los muertos, estaremos bien

— fueron imprudentes— dice señalando las manchas de sangre que salpicaron mi vestido

Creí que no se notaban

— estábamos haciendo más de lo que tus perros falderos hacen— le riñe Kol— redujimos un par de nombres de la larga lista de enemigos

— encontré la bala de roble blanco— nos avisa— está siendo vendida al mejor postor, hasta que no la tenga en mis manos, me gustaría que todos permanecieran en la seguridad de estas malditas cuatro paredes

Ruedo los ojos y tomó de gancho a Kol para que no siga discutiendo, Marcel se había tomado muy enserio eso de cuidarnos y evitar nuestras muertes

1.HUMANIDAD -THE ORIGINALSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora