CAPITULO VEINTISEIS

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CAPITULÓ VEINTISÉIS

NARRA EVELYN

— no sigas en el dolor, que ella ya no estará, pero sé más agradecido de lo que ella alguna vez fue llevada demasiado pronto, permanece en la luz mostrándonos el camino a través de esta oscuridad— recita Vincent— dejamos estar de luto porque no podemos seguir hasta que lo hagamos, y aunque el dolor a veces parece más de los que podemos soportar... seguiremos adelante

Kol aprieta mi mano con más fuerza y tenido que tomar aire para no sentirme tan mal

Marcel está frente la tumba de Davina y Justo como todos... vistiendo de negro

— si, incluso ahora las palabras de Eclesiastés están sonando en mis oídos, están diciendo "la venganza como un leon, estará al acecho para ellos"— continúa Vincent

Siento que esas palabras no son mera decoración

Pero aún así, permanezco en silencio

— las palabras no son buenas— murmura Marcel tocando la placa de Davina— los Mikaelson deben responder por esto. Los haré responder. Lo prometo

Camina hacia nosotros

— ve...— le susurro a Kol

Él asiente y lleva unas flores blancas hacia la tumba

Marcel camina frente a mi y sin siquiera mirarme pasa de largo

— no tomes decisiones precipitadas— no le advierto, se lo estoy pidiendo con sinceridad

—¿tú lo sabias?— pregunto con los dientes apretados—¿sabías lo que planeaban?

Niego

— no— tomó aire— si lo hubiese sabido, hubiera encontrado otra manera

— eres la única que vale la pena en esa familia— murmura seco— las mujeres buenas normalmente se emparejan con demonios, es una balanza, "el bien y el mal" bastante irónico

Escuchó como se retira

Las cosas se complican

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Las cosas se complican

(...)

—¿que se supone qué haces?— pregunto al ver a Freya organizar un hechizo

— cuando Lucien murió, estaba convencido de que la profecía seguiría— dice corriendo de un lado al otro— necesito saber si tenía razón, estos son los restos de su oráculo, Alexis. Puedo intentar canalizarla y predecir lo que viene, y así saber si Lucien tenía razón o no. Finalmente podremos dejar esta pesadilla atrás

— personalmente espero que esa profecía sea cierta— gruñe Kol a mi lado— pueden todos pudrirse en el infierno, por lo que a mi respecta. Solo lamento que no estaremos aquí para verlo

—¿de que estás hablando...?— intentó ir hacia el

— nos vamos— me toma de la mano

—¿que?— lo miró incrédula— Kol... estas tomando decisiones precipitadas

1.HUMANIDAD -THE ORIGINALSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora