Mi tutor.

Nueva chica.

Narra Alexander:

El profesor nos dijo que vendría un alumno nuevo, pero cuando entró no fue un chico, fue una hermosa chica, estaba con una polera de Imagine Dragons, su piel era blanca, su cabello castaño y sus ojos eran azules, tenía los labios de un color rosa pálido, era realmente linda...

Mi. Mesa. Era. La. Única. Libre.

¡SI! Ahora agradecía sentarme solo, y hasta el final, sip, muy cliché.

Caminó tímidamente hasta mi asiento y yo sonreí arrogante.

Reuní valor para hablarle...

—Hola, ¿eres nueva?– pregunté, que pregunta más obvia, me dí una cachetada mental.

—Sí, mis padres tienen una empresa por aquí y decidieron que era mejor que viviéramos aquí– dijo con toque te timidez.

—Eres muy linda– le dije sin rodeos.

Ella me miro sonrojada y enojada a la vez, me quedo mirando unos largos segundos.

—¿Te gusta lo que miras?– pregunté arrogante.

—Si.– dijo firme, me sorprendí bastante ante su afirmación– Pero me gusta mucho más cuando te callas y dejas de coquetear– dijo ella guiñándome un ojo.

—Solo dime cómo te llamas– le dije sonriendo.

—Me llamo Audrey– dicho eso se dio la vuelta y no me volvió a dirigir la palabra.

Tocaron la campana y me dirigí a guardar los cuadernos en mi casillero.

*****

Salí del instituto y vi a Audrey salir, la tomé del hombro y le pregunté si quería acompañarme a mi casa, cuando pensé que no aceptaría, lo hiso y fuimos a mi casa. Me sorprendí cuando dijo que nuestras casas estaban frente la una de la otra. Mi casa era grande, por lo cual pensé que se hubiera sentido impresionada, pero claro somos vecinos abrí la puerta, grité para confirmar que no había nadie.

—Siéntate– hice una ademán con la mano.

—Okay– respondió un poco incómoda ya que estábamos solos, y se sentó.

Prendí mi play 4 y comencé a jugar, hasta que recordé que ella estaba al lado mío.

—¿Quieres jugar?– pregunté

—No quiero ganarte– espondió alzando una ceja.

—Vamos, no me ganarás, eres solo una chica– me di cuenta de mi absurdo comentario, el cual fue muy machista.

Entonces la hice enojar y pescó el mando.

Estábamos 3-5, claramente yo estaba perdiendo, mis largas horas de jugar este estúpido juego no servían para nada.

—Eres buena.

—O yo soy muy buena, o tú eres muy malo– respondió.

—Ya sabía que estabas buen...– me interrumpió.

—Soy solo una mujer– dijo rodando los ojos.

—Perdón.– dije divertido–Apostemos algo– propuse ilusionado.

—Claro– respondió en forma ganadora.

Y entonces comenzamos...

Estaba solo a un punto de ganarle, ella miró a mi gata, cupcake, y bien, le gané.

Narra Audrey:

Me ganó, él me ganó...

—Eres solo un chico– dije para conversarme a mí misma de que esto no pasó.

Respondió con una sonrisa burlona y estúpida.

—Gané y por lo tanto debes hacer algo que te diga.

Se acercó a mí y me susurró al oído "bésame"

Reí, le pegue en el hombro.

—Nunca, ni en mil años besaría a un mono.

Se acercó y me di cuenta de que su cabello café y sus ojos color verde, eran hermosos.

Dio su sonrisa estúpida y se me quedo mirando hasta que lo interrumpí.

—Mmh– aclaré mi garganta algo incómoda ante su mirada.

Mordió su labio y sacudió su cabello café, lo cual lo hacía ver malditamente sexy.

~~~~~~~~~~~~♡~~~~~~~~~~~~♡~~~~~~~
Gracias por leer mi historia comenten si les gusto para seguir....

Gracias, besos y abrasos.