WOLFSTAR - CRACKS, ONE-SHOTS, FAN ARTS Y DEMÁS

EL SUEÑO

Esta es una pequeña historia Wolfstar pero que no tiene que ver con en el mundo mágico, en un principio lo hice como una redacción para clase, pero me gustó tanto el resultado que lo modifique un poco y decidi subirlo (sé que hace bastante que no subo un One-Shot, así que espero que esto os complazca).

Se despertó angustiado y miró el despertador que iluminaba débilmente la mesita de noche. La 1:52. Se pasó las manos por el rostro. Solo había sido un sueño. Viró hacia el enorme ventanal, que cubría toda la pared a su derecha, dónde la gran manzana refulgía en todo su esplendor. La vida nocturna de la imponente Nueva York apenas estaba iniciando. Las brillantes luces de los edificios traspasaban los vidrios, dándole a la estancia una tonalidad multicolor. Sabía que no podría dormirse de nuevo, así que se propuso revisar los informes del banco. Arrastró los pies descalzos por el frio mármol, lamentando el simple movimiento. Tenía una importante reunión a primera hora del día siguiente, y estaba casi seguro de que si no descansaba, no podría ni moverse de la cama. Ignorando la fatiga de su cuerpo, se sentó frente al portátil. Le dio al botón de encendido y esperó. La rueda de carga giraba con lentitud, dándole el tiempo para recordar lo sucedido hacia unas semanas. Las imágenes de Remus absorbieron su mente como si se tratara de un torbellino. Aún seguía preguntándose porque no le hizo caso. Él tenía razón, su vida era aburrida, monótona. Cada día despertaba temprano para ir al trabajo, sin si quiera detenerse a desayunar, allí se pasaba las horas recluido en su despacho revisando cuentas e informes, solo interrumpiéndose para la hora del almuerzo, y al llegar a casa, ya entrada la noche, se encontraba tan agotado que no podía hacer otra cosa que caer rendido en su cama. Cada día que pasaba, se arrepentía aún más de haber dejado ir esa oportunidad, de haber dejado que el se marchara. ¿Por qué no había dicho que sí? Porque era un cobarde. Él lo sabía, sabía que le había faltado valor, y que por ese motivo, había decidido permanecer en esa jaula de cristal que era su vida. Suspiró con melancolía. Y pensar que, en ese momento, podría encontrarse paseando por las calles de Londres con su querido Remus...¡Oh, su Remus! Tal vez ya se hubiera olvidado de él, tal vez ya hubiera conocido a otro que sí estuviera dispuesto a arriesgarse por su amor. El solo hecho de imaginárselo, lo hizo sentirse impotente. ¡Que necio había sido al dejarlo! Él era su gran amor, lo supo desde el momento en que lo vio aquella noche, en la recepción que había organizado el banco con motivo del cincuenta aniversario de su fundación. Su pelo castaño cobrizo, sus cicatrices, sus destellantes ojos ambarinos y su sonrisa angelical lo hicieron caer rendido en cuanto lo vio por primera vez. Aún en ese mismo instante, si se concentraba muy profundamente, podía experimentar esa sensación de vértigo en su estómago que le invadió en cuanto sus miradas se encontraron. Casi parecía estar viviéndolo, como si Remus estuviera justo ahí con él, mirándole y sonriéndole con genuinidad. Suspiro nuevamente. Esos recuerdos eran precisamente los que le impedían dormir por las noches, los que le recordaban incesantemente el error que había cometido. Remus se había ido. Lo había perdido. Había perdido sus sonrisas, sus besos, sus miradas...Y no iba a poder recuperarlos. Porque no era como en las películas, dónde se otorgan segundas oportunidades como si fueran regalos. Eso era el mundo real, dónde una vez te has equivocado, no puedes enmendar el error. Estaba solo, atrapado, como antes de haberlo conocido. Si no fuera por las memorias que lo atormentaban, incluso podría parecer como si Remus no hubiera existido jamás. Como si solo hubiera sido una fantasía. Como si solo hubiera sido un sueño. El sueño más maravilloso que Sirius pudiera haberse imaginado.   

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Por si os interesa, he sacado un 10😁😁😁.