2

3.7K 373 455
                                    

Con ambas manos atadas a la espalda, RenJun trató de moverse, claramente sin éxito.

JaeMin lo sostenía con fuerza, mientras jalaba su cabello hacia atrás. Ambas piernas de RenJun abiertas, para que entre ellas esté el gran miembro de JaeMin. Unos resbaladizos gemidos agudos salían de los labios del chino, quién era duramente penetrado por el coreano.

—A-Ah, muy bien pequeño, ahora, trata de escapar.—

RenJun se movió con fuerza tratando de salir de las cuerdas que lo aprisionaban, o de los grilletes que extorsionaban sus muñecas, pero no pudo, porque JaeMin lo tomó con muchísima más fuerza, haciendo que se entierre más en él.

Con la respiración agitada, Huang despertó de golpe, sentándose en la cama de su habitación. Aquel sueño con el chico nuevo de su clase—que de hecho había llegado hace dos semanas—lo hizo sentir tan indefenso, que su respiración era muy pesada.

—¿RenJun?, ¿Hijo?.— su padre entró en su habitación mirando al joven pálido sobre el colchón.—¿Qué sucede?, ¿Estás bien?.

—Y-yo, papá, no lo sé. ¿Qué hay de desayuno?.— rápida e ágilmente cambió de tema, mirando con una falsa sonrisa al hombre.

—Bueno, hay tostadas y jugo de naranja. Recuerda que hoy debes salir con Donghyuck y ChenLe.— le recordó.

—Oh, bueno, ahora voy vestirme, sal un segundo.— el hombre salió de la rosada habitación del más joven y fue a preparar el desayuno.

RenJun se levantó y entró a bañarse, para luego salir, se colocó sobre si una ropa realmente bonita y que mostraba bastante. Fue al baño otra vez y peinó sus cabellos. Pronto estaba listo y bien vestido.

Bajó hacia su padre, quién ya tenía el desayuno servido, en dónde simplemente lo abrazó.

—¿Dónde está mi hermano?.— preguntó cuando el hombre—que de hecho tiene solo veintinueve años—lo miró y le sonrió.

—Está arriba, ayer trajo un amigo, pero no te diste cuenta porque llegaste muy cansado.— RenJun asintió, volviendo a subir las escaleras.

Cuando llegó al pasillo, escuchó un pequeño jadeo, que de inmediato fue callado. Sus sospechas le ganaron y se acercó a la puerta.
Su pequeño hermano ZeYu estaba sobre un chico de cómo dos años mayor. Se movía sobre él mientras tenía los ojos cerrados, y la boca apretada.

—mjm.— tosió, rápidamente ZeYu se lanzó a el otro extremo de la cama, dejando a su amigo con las ganas más grandes del mundo.

—¡Hermanito!.— su hermano fingió felicidad y abrazó a RenJun, susurrando que no le dijiera a su padre lo que estaba haciendo con HanYu.

—Esta bien, ahora bajen a comer.— sonrió.

Los tres jóvenes bajaron y empezaron a comer junto al padre de los Huang.

—Bueno, hijos, me voy a trabajar. ZeYu, por favor no hagas desorden, y RenJun, cuando llegues, si vas a traer a ChenLe o a Donghyuck, por favor no lleguen gritando. Ah, y si no llegas, avísame en dónde estás.— El señor Huang tomó su sombrero y les sonrió a sus hijos.— Fue un gusto, HanYu.—el chico asintió.

—Adiós.— dijieron los hermanos al unísono.

El hombre salió de la casa y ZeYu tomó la mano de HanYu, empezando a hablar entre sí. RenJun se levantó de la mesa y caminó hasta el baño, cepilló sus dientes y luego tomó su bolso.

—Me voy, ZeYu, come, y si no quieres comer, dale más comida a tu novio.— ambos jóvenes se sonrojaron y RenJun salió riendo de la gran casa.

Apenas tocó la vereda, Donghyuck estaba parado mirándolo con una sonrisa tan grande que hasta sus ojos parecían pelotas.

—¿Qué pasa?.— preguntó cuando el moreno se acercó y lo abrazó. Donghyuck estaba vestido con unos jeans negros, una camisa de mezclilla y unas zapatillas blancas.

—Pues, debemos ir a buscar a ChenLe.— RenJun sabía que Donghyuck no estaba tan alegre por eso, el moreno odia caminar, es imposible que este contento por caminar doce cuadras.

—La verdad.—

—Estoy con Mark.— RenJun saltó de felicidad por el aviso y abrazó al chico, besando toda su cara.

—¿Cómo?.— preguntó eufórico. Donghyuck siempre quiso estar de novio con Mark, pues el chico era atento, cariñoso, bonito, buen amigo y por supuesto que podría ser un buen padre. Aunque el moreno no tenga hijos, le gustaría tener y Mark sería un buen partido, apesar de que tengan apenas 16 años.

—Solo nos besamos y él me dijo me gustas.— Donghyuck dió saltitos junto al chino. Pronto recuperaron la cordura y empezaron a caminar hacia la casa de Zhong.

Antes de tocar la puerta, lograron oír como alguien chocaba contra la pared. La curiosidad los mató y ambos miraron por la ventana.

Jisung tenía a ChenLe contra la pared, mientras lamía la extensión del cuello blanco de su chinito, al perecer estaban en un momento personal.

—mjm.— tosió el moreno. RenJun le dió un codazo a lo que  rápidamente ChenLe se soltó de Jisung y miró a los chicos en la ventana.

El chino Zhong se despidió y salió junto a los otros. Hoy iban a ver una película, ¿Lo malo?, Pues ninguno sabía que Na JaeMin, y su grupo de estudiantes mayores irían a ver la misma obra.

Llegaron y pidieron sus entradas, tomando comida de distintos lados, como palomitas (palomitas de maíz, así se dice en mi país), soda y algunos dulces para engordar.

—Bueno, creo que estamos listos.— avisó RenJun.

—Por supuesto, si Donghyuck sigue comprando dulces, mañana tendremos más tracero que un elefante.— ChenLe guardó las cosas en su mochila, mirando al moreno quién guardaba los dulces en sus bolsillos.

—Bien, vamos.—

Al entrar a la sala, la gran pantalla iluminaba a las pocas personas que habían dentro del lugar, dejando ver su número de asientos. Subieron las escaleras y se sentaron en dónde les correspondía. La película aún no empezaba, así que decidieron solamente guardar silencio y mirar hacia enfrente. Iban a ver IT chapter two, por eso ChenLe estaba muy feliz, pues él se disfrazó de ese personaje. Donghyuck estaba asustado porque jamás le agradaron esos temas terroríficos que no lo dejaban dormir. Y en fin, RenJun estaba neutro porque simplemente quiere reírse de Donghyuck al ver su cara de espanto cuando termine.

—¿Sabías que la parte dos ya salió?.— una voz conocida extorsionó los oídos de el chino mayor. Miró un poco hacia la izquierda y pudo observar a JaeMin sentándose a su lado.

En un ataque de desesperación, tomó un puñado de palomitas y se las metió en la boca.

Esta salida al cine perdurará hasta la historia.

Game | JaeJunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora