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Hunbin, el padre de RenJun, caminaba mientras veía la torre Eiffel en todo su esplendor. Unos jóvenes corrían de lado a lado, sacándose fotos.

Los jóvenes debieron haber tenido la edad de RenJun, por lo que Hunbin recordó que debía llamar a su bebé. Los timbres sonaban y RenJun no respondía.

Y entonces Hunbin recordó.

—RenJun dice que no quiere seguir viéndolo, y me dió esto.— el adolescente le entregó un pasaje de avión.

—¿Que?.— Hunbin tomó entre sus dedos el pasaje, mirando como el chico sonreía algo incómodo.

—Le digo que no quiere seguir viéndolo, lo siento. RenJun está viviendo conmigo, así que no se preocupe por eso.— Hunbin sintió como sus ojos se llenaban de lágrimas.

—P-Pero-

—Ah, también me dió este para Zeyu.— soltó. Hunbin volteó y miró el piso, su hijo ya estaba grande.

Sus lágrimas cayeron a la vez que se llevaba a su hijo al avión.

...

JaeMin tomó con ambas manos la palanca de su play, jugando mientras que RenJun sentía vibrar el objeto en la punta de su pene.

RenJun tenía un vibrador en su glande, sintiendo como le daba mucho placer. De repente, RenJun tenía ganas de tocar a JaeMin, pero como seguía amarrado se conformaba con ver la espalda del joven. Hacia movimientos placenteros a la vez que se retorcía y soltaba gemidos.

JaeMin apenas podía concentrarse por los gemidos del chico, ya había perdido dos partidas antes de la que jugaba ahora por culpa de mirar a Huang.

De repente, el celular de RenJun comenzó a sonar, lamentablemente Huang no se dió cuenta y JaeMin respondió.

aló, ¿Hijo?.

—S-Señor, a-Ah, estamos ocupados, Dios mío RenJun eres muy estrecho.— JaeMin fingió tener relaciones sexuales con RenJun y el hombre solo cortó.

Na se acercó a RenJun, tocando las piernas de chico y apretando levemente algunas zonas, como por ejemplo los muslos, o la cadera. Huang sentía su orgasmo llegar, y justo cuando estaba por correrse JaeMin le quitó el vibrador.

—¡N-No!.— gritó.— ¡JaeMin, e-estaba a punto!.

—No importa, voy a hacerte correr de otra forma.

Con ambas manos, JaeMin levantó las piernas de RenJun y puso su rostro en frente de la entrada de Huang, respirando.

—Ah.

JaeMin sonrió y besó la intimidad de RenJun, mientras el pobre chino lloraba lágrimas de placer. JaeMin chupaba la entrada de RenJun, metiendo la lengua de repente y mordiendo levemente los muslos del chico.

JaeMin puso su boca en la entrada de RenJun y, apretando los labios, movió su cabeza a los dos lados, provocando que RenJun jadee más alto. Las penetraciones con la lengua de Na eran suficientes para que RenJun soltara gritos agudos y se retorciera.

Pronto el orgasmo de RenJun llegó, y fue tan placentero que JaeMin también se corrió. Los pantalones de Na estaban manchados, mientras que tomó el pene de RenJun y lo puso en dirección contraria, manchando el abdomen del chino.

—Ah, me encanta.

—A mi también...

—¿JaeMin?, ¿Vives aquí aún?.

El cuerpo de Na se congeló.

Game | JaeJunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora