Las profundidades de un bar atestado de gente.
Era la segunda vez que Guy había estado allí.
"Tiempo sin verte."
Robby era un informante sin igual, pero su actitud deshonesta, su lengua afilada, y la sensación que daba de tener algo oculto bajo la manga siempre, le había ganado el sobrenombre de 'Django' —por el personaje de una historia antigua que arrastraba siempre un ataúd a sus espaldas. De no haber sido porque Guy había escuchado las historias de Riki sobre los días de Robby en Guardián, entonces habría pensado que la reputación de Robby no era más que una elaborada mentira.
En contraste con el tono tranquilo en la voz de Robby, su compañero Thor fulminó a Guy con la mirada. "Con que estás de vuelta," escupió.
A Guy se le hizo difícil mantener una cara regia.
Cuando Riki había regresado a los barrios bajos, roto desde lugares desconocidos, Thor había tratado de provocar a Riki—y había pagado por ello. Ahora extendía esa abierta hostilidad hacia Guy.
Nadie sabía si era un sinker—un refugiado. Aunque se sabía que Zach provenía de otro planeta, se parecía tanto a un mestizo que todo el mundo había olvidado su verdadero origen, aunque Zach no se molestaba mucho en esconder aquel hecho.
Pero Thor era exactamente lo opuesto a Zach en todo el sentido de la palabra. Thor mantenía sus secretos. Y Robby lo aceptaba.
A Guy no le interesaba. Robby era un informante; lo que hiciera con su vida privada no era algo de lo que Guy se preocupara. Deja de ser tan jodidamente hostil, quería decirle Guy—pero tal parecía que los sentimientos de odio de Thor hacia Riki, los había traspasado hacia Guy.
"Pero qué situación tan jodida," dijo Robby desde el sofá en que estaba sentado.
Guy suspiró al saber que Robby se estaba refiriendo a Kirie. Habían pasado dos meses ya, pero nadie había dejado de hablar sobre eso en los barrios bajos.
Se había convertido en asunto de todo el mundo después de que los siniestros de la policía de Midas hubieran cruzado el límite de Ceres y hubieran arremetido contra los barrios bajos. La ley no escrita rezaba que, aunque metieras la pata en Midas, si corrías a los barrios bajos quedabas libre—aquello ya no tenía validez, y era claro que nunca la había tenido.
Los residentes de Ceres—especialmente los aventureros que transitaban las calles por diversión—habían visto el peligro como algo inmediato y personal.
Maldito Kirie, que se joda. Muerte al hijo de puta.
Los barrios bajos corearon esas palabras. Incluso aquellos que no estaban involucrados con el bajo mundo se sentían de la misma manera.
Kirie era tan traidor que no resultaba raro que lo odiaran—pero esto era el colmo incluso para él.
Puedo hacerlo.
Riki lo hizo, yo también puedo.
Haré lo que sea por salir adelante, lo que sea.
Egoísta, ambicioso, muy confiado—así era Kirie. Pero no fue eso lo que lo había hecho famoso. Ni eso, ni su heterocromía, que le había ganado el apodo de 'Kire ojosraros'.
No, había sido su error. Haber metido en grande la pata. Guy y su pandilla se habían encontrado a sí mismos metidos en un aprieto. Kirie era un traidor oportunista que se juntaba con ellos solo de vez en cuando y traía más problemas, vivo que muerto. Pero para los barrios bajos, Kirie hacía parte de Bison—incluso si Bison ya no existía. Era un crimen por asociación.
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Ai No Kusabi - Vol. 5
Teen Fiction間の楔 Amor de alta alcurnia Como mascota que regresa, Riki se mantiene solo sin acostumbrarse a nadie. Con la envidia y el odio girando alrededor de la obsesión de su maestro Iason, el único que se acercaba era Pet Miguel, un top popular. ¡Riki es di...