Este capítulo está dedicado en la memoria del ElNepeEnLlamas que murió de KOR0NAVAIRUUZZ!!,
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-¿Sabes que hago esto, por tu bien?, ¿Cierto?.
-Claro señor Min. Jimin solo se disponía en mirar al suelo
-¿Por qué?.
-Para enseñarme que debo ser un perrito bueno. Lágrimas salían de él por la impotencia de no poder hacer algo por defenderse, ese hombre solo se burlaba de él.
-Correcto, entonces ven aquí.
El hombre de traje obscuro que se encontraba sentado en la enorme cama, tomo al chico del brazo y lo atrajo hacia a él, asiendo que el contrario quedará acostado boca abajo sobre sus piernas, el mayor bajó la pijama azul cielo con estampados de estrellas, del pelirosa, dejando expuesto su trasero, y empezó a dar nalgadas constantes y con fuerza, haciendo marcas rojizas de su mano, el menor solo daba gemidos ahogados por su mano, que se encontraba tapando su boca para no hacer ningún ruido vergonzoso, los sonidos de la mano del mayor chocando una y otra vez sobre las nalgas de Jimin resonaban por toda la habitación.
-Se que te duele, y es una advertencia para que te portes bien; la próxima vez no seré tan suave contigo.
El menor de dispuso a pararse de las piernas del hombre de traje, hizo una reverencia y se dirigió a la puerta, cuando... -¿No se te olvida algo?
El pelirosa se detiene y regresa hacia donde está el mayor se Aserca a su rostro y deposita un beso en la mejilla de éste y se dispone a retirarse del lugar.
Pasando aquella puerta lágrimas comienzan a caer sobre el rostro de el pequeño, corre por el pasillo del segundo piso en busca de el baño para poder bañarse, pero choca contra aquel chico con el cual se había topado aquella vez, el castaño sujeta al menor de los hombros para asegurarse de que esté bien
-Oye, ¿Te hiciste daño?. Su mirada parecía un tanto preocupada al ver que el menor lloraba.
-No, yo solo no me fije por dónde caminaba.
-Jajaja, no caminabas, corrías.
El menor se enrojeció al ver la bonita sonrisa que tenía el castaño.
-Perdón. Hizo una reverencia.
El castaño seco una de sus lágrimas que bajaban sobre la regordeta mejilla del menor.
-Me parece que la última vez, no nos presentamos como debía ser; Mi nombre es Jeon Jungkook.
-Park Jimin, un placer.
-El placer es mío, bueno me tengo que ir tengo que ir a ver al señor Min.
-Bueno te veo luego.
Los dos se despidieron y se dirigieron a dónde se les requeria; El pelirosa fue hacia el baño para poder ducharse y brevemente ir a cenar con su mayor.
Ya habían pasado unas semanas y el castaño de sonrisa bonita no aparecía; Un día se decidió vagar por los lugares de la casa, era una casa enorme con un montón de puertas y pasillos infinitos, la mansión era tan grande que el pequeño pelirosa se perdió al dar una vuelta por el pasillo equivocado, se empezó a desesperar al dar vueltas y vueltas en corredores que no lo llevaban a ninguna parte. Pensó:
-¿Que tal si abro las puertas para ver qué hay detrás de ellas?
Una por una fue abierta y encontró cosas triviales, como una sala llena de muebles viejos, otra tenía unos pisos de mármol muy llamativos, y se encontró una que estaba llena de candelabros enormes y hermosos, algunas simplemente estaban vacías con una sola silla en su interior.
Siguió en busca de una puerta que lo llevará a la sala principal de dónde una vez el señor Min le dijo que no saliera de ella, era como la zona en la que podía estar, y vaya que abia metido la pata, ahora no sabía dónde estaba, siguió al final de un pasillo donde la luz casi no alumbra, dónde solo había una lámpara de techo que fallaba, tintineando apuntaba hacia una escotilla en el piso que estaba cerrado por un candado que la retenía; se extraño al verla y pensó ¿Que sería lo que había ahí abajo?, el miedo se apoderó de él, y decidió el volver por dónde había venido, y al darse la vuelta, el hombre alto de traje obscuro apareció delante de él...
