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¿Qué clase de persona te viene a la mente cuando piensas en un gatito?

Muchos de los conocidos de Min Yoongi, no dudarían en nombrarlo a él.

Es que, aunque el pelinegro mostrara su desagrado ante la comparación, varias de sus conductas bien se podían atribuir a tal animal.

Yoongi siempre cumplía con sus responsabilidades de una manera rápida y concisa, sólo para tener más horas de sueño. Hasta podría quedar recostado en cualquier lugar, él dormiría igual.
Yoongi bostezaba estirando sus extremidades por igual para alejar la pereza.
Yoongi tenía una nariz pequeña y ojitos rasgados que se perdían en medio de alguna risilla.
Él se veía realmente tierno en todos esos aspectos.

Pero no olviden que lo comparaban con un gato, y un gato también tiene sus cosas no tan tiernas.

Yoongi era áspero cuando debía serlo o no le gustaba que lo molestaran.
Si bien no era un arisco, Yoongi resentía el contacto físico la mayoría de las veces.
Yoongi también solía acostarse con muchas personas sin prestarle atención real a los sentimientos o los mimos después de algún encuentro, algo que le traía enojos por parte del casual de turno.

Justo lo que ahora estaba pasando, aunque ésta era más bien una regular.

ㅡ ¿Por qué creíste que iba a importarme mierda lo que puedas pensar de mí?

ㅡDe haber sabido que nunca cambiarías... ㅡ gruñó la mujer, terminando de vestirse.

ㅡ Todos dicen lo mismo... ㅡ murmuró, acomodándose en el colchón, dándole la espalda.

La mujer volteó hacia él ㅡ No soy como todos... ㅡ gruñó.

ㅡ Tienes razón, tú hablas muuucho más ㅡ cubrió su cabeza con una almohada.

Los ojos negros de la mujer, brillaron en un extraño amarillo ante su furia.
ㅡ Todos tienen razón, tú no amas a nadie...nadie debe amarte tampoco.

ㅡ El amor es una mierda, querida. Acostúmbrate, yo lo hice. Ahora deja de hablar y vete.

ㅡ No eres más que un animal... ㅡ enfadada, caminó fuera de la habitación, parando en la cocina.
Todavía estaba enojada, por lo que una cola larga y peluda surgió de su piel.
ㅡ Animal... ㅡ casi ronroneó.

Abrió la heladera y encontró restos de la cena.
Las arcadas comenzaron y metió los dedos dentro de su boca, comenzando a tirar de esa bola de pelos atorada ahí.

Unos metros de cabellos después, y la bola salió de su boca.
“Ahora duermes plácidamente, pero mañana tendrás un hambre voraz y comerás de mí. Pequeño animal, Min Yoongi, gato arrastrado serás, hasta el día en que te encuentres con quien de verdad te ha amado. Si su beso recibes, volverás. Pero rápido tienes que ser si como hombre quieres volver

Dicho ésto, enterró tiras de su cabello en varios de los productos alimenticios dentro de la heladera, dejando la bola dentro de un apetitoso pastel ya empezado, lo que ocultó mejor su acto.

Sonrió satisfecha. Min Yoongi lamentaría haber lastimado los sentimientos de una mujer gato.

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