Terraria: El Último Viaje.

Día 1

Bueno, han sido unos días extraños, o más bien comunes, no... extraños es lo mejor... al menos poco ortodoxos, quiero decir, si, solamente fui movido a un mundo tan extraño y al mismo tiempo tan conocido, me enfrente a babas, a ojos y zombies hasta que finalmente pude hacerme con unos libros en blanco para comenzar, así que si, poco ortodoxos es lo mejor.

Veamos, vamos Rica... Illie, Illie, sí, creo que debo de comenzar desde donde debe de hacerse: el principio, y para eso necesito ubicarme antes de llegar aquí, cuando aún estaba en mi mundo.

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Llevaba un tiempo esperando la actualización, con el brillo de la pantalla en mi rostro y el calor de la copa de fideos instantáneos en mis manos solamente veía el reloj digital puesto por los desarrolladores para saber cuándo podríamos comenzar la descarga del nuevo parche. Claro que usualmente no sería instantáneo: Era una actualización cargadita de nuevo contenido y más cosas por hacer que en el juego base, pero el dinero que pagaba por mi conexión a internet me daba la confianza como para afirmar que sería uno de los primeros, sino el primero, en probar la nueva actualización.

El juego seguía una fórmula muy básica: Entras a un mundo solo con el mínimo posible para asegurar que puedas comenzar, empiezas a reunir recursos para sobrevivir, grindear, farmear, lootear una mazmorra o ruina subterránea de vez en cuando y, una vez que crees que has alcanzado tu límite hasta ese punto, luchas contra el jefe de turno y desbloquear la siguiente capa del juego, así hasta llegar al jefe final.

Aunque el formato sanbox había pasado de moda debido al nuevo género que atraía a las masas (en serio no sé qué le veían a un juego donde simplemente debes de caer en un lugar y rezar porque hayas tenido suerte), la comunidad de este juego así como la atención y dedicación que los desarrolladores le invertían para siempre hacerlo sentir fresco hacía que muchas personas siguieran jugando, ya sea en servidores o en mundos solitarios.

Mi copa de fideos ya no tenía contenido, me había preparado para esa noche y aún faltaba que abriera las bolsas de frituras, dulces y bebidas; nada más llegar de la oficina apague mis teléfonos, cerré mi casa y me separe del mundo para dedicar todo ese fin de semana a pasarme el juego, por no se cuanta vez, solo que ahora con la nueva actualización.

En el reloj digital ahora se veía un número de dos dígitos que cada segundo se hacía más chico, 55, 54, 53, 52... tenía mi mouse colocado arriba de la opción "Buscar Actualizaciones" e intentaba sincronizar mis ojos con el dedo que estaba sobre el botón. 14,13,12,11,10... los pocos segundos se me hicieron emocionantes, creo que no había sentido algo así desde que integraron la actualización del cableado... en cuanto el reloj digital llegó a cero faltaron microsegundos para que le diera click al botón de mi mouse, el internet había cumplido su función y los 2 GB de información se descargaron en menos de 20 segundos. En cuanto la ventana del launcher mostraba "Listo para jugar" le di click al botón de "Play".

A partir de ahí es extraño: recuerdo cómo los ventiladores de mi gráfica y mi PC comenzaron a trabajar de más, recuerdo como mi SSD también parecía ponerse a trabajar, pero esos sonidos desaparecieron al igual que mi visión, en un segundo todo se había hecho negro, como si la misma existencia hubiera dejado de ser completamente.

En poco tiempo me di cuenta que podía escuchar, aunque de forma muy apagada, como si tuviera varias capas de almohadas en mis orejas; también me di cuenta que la oscuridad era porque tenía los ojos cerrados. Los comencé a abrir más por instinto que por otra cosa, mi cerebro comenzó a percibir la luz que poco a poco se hizo más intensa, por reflejo puse mi mano entre mis ojos y la fuente de luz para disminuir un poco la irritación.

Cuando mi cerebro comenzó a funcionar a una mayor capacidad caí en la cuenta que estaba acostado sobre una superficie dura y polvosa, pero con una ligera capa de suavidad. Finalmente comenzó a estar todo con claridad aunque con gran confusión, no ayudó nada que lo primero que vi fue a una persona viéndome fijamente.