Mientras más relajado mejor

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Tan pronto como regresó a la mesa intento disimular pero rayos, ¿Cómo no sonreír como bobo por ese beso tan repentino y deseado? Fuera como sea se sentía hermoso poder probar esos labios que ya hace tiempo lo tentaban, ni siquiera se dió cuenta de que un pelinegro se le acercó y sentó a su lado.

-Gloxinia, Gloxinia, hey escúchame- le dijo su amigo mientras agitaba su mano frente a su cara tratando de llamar su atención.

- Perdón Zeldris es que estaba algo distraído, pensando mejor dicho- le respondió su amigo.

- Como sea pero vengo a decirte que ya es hora de irnos así que si quieres ve y dile a Drole para ya irnos- le dijo mientras tomaba sus cosas.

–Con gusto, ya vuelvo– ¿Se notaría mucho su emoción? A quien le importa, acababa de vivir el mejor momento de su vida aunque no duraría por mucho, ¿Por qué era tan horrible el destino?
La hermosa pareja se besaban de forma apasionada mientras las manos del chico estaban en la cadera de la contraria. Las manos de Blanca rodeaban el cuello de Drole y él ni siquiera podía reaccionar, ¿Por qué seguía viendo esa escena y no hacía nada? Bueno, se alejó de forma lenta y mientras caminaba tomó su teléfono para enviarle un mensaje.

*Gloxinia
Drole, ya nos vamos. No sé si vayas a irte con nosotros o algo.

Yo voy a ir en un rato, pero
vayanse ustedes.

Bien, como quieras. Adiós.

Ok ?) Te veo allá.

Gloxinia guardo su teléfono ya en la limosina, ¿Por qué todo le salía mal ese día? Algo le debía de devolver en beneficio el karma. Mientras se dirigían a la mega mansión de los hermanos decidieron jugar un pequeño juego.

Melascula: Bien, juguemos a  verdad o reto, yo empiezo... Galand, ¿Verdad o Reto?

Galand: Reto, no soy miedoso.

Melascula: Bien, no tomarás alcohol por cinco horas. Ni cerveza, ron, whisky o cualquier otro. Sino lo cumples te irás vestido de mujer a la escuela por toda la semana.

Galand:... Maldición, pero es mi turno; Estarossa, ¿Verdad o Reto?

Estarossa: Reto.

Galand: Bien, te reto a...

Zeldris: Ya llegamos, abajo ahora.

Galand: Seguiremos después, pero ahora, ¡Vamos a la piscina?- en eso el pelirrojo salió corriendo siendo seguido por los demás aunque un poco más tranquilos. Las chicas se fueron a cambiar mientras que los hombres sólo que quitaron la ropa de encima para luego saltar al agua lo más veloz posible. Seguido de ellos llegaron las chicas y entraron al agua. Todos se divertían lanzándose agua entre ellos o haciendo clavados cuando algo vino a la mente de Galand una idea.

Galand: Estarossa, te faltaba tu reto.

Estarossa: Bien, entonces dímelo.

Galand: Besa a la persona más linda del lugar, y no, no cuentas tú.

Estarossa: Le quitas lo divertido a la vida ¿Sabes? Pero, ¿Qué pasaría sino lo hiciera?

Galand: Me darás tú auto y diez mil dólares, tú decides.

Estarossa: ¿¡Diez mil dólares por un beso!?

Galand: Sí, ahora hazlo.

Estarossa: Melascula, ¿Me harías el favor de hacerte para un lado? Me tapas a alguien.

La chica hizo caso y se movió a la derecha dejándole paso para lograr llegar a cierto pelirrojo quien vaya que se sorprendió al ver que su compañero se le acercaba demasiado. Con uno de sus brazos cargó al menor para que esté quedará a su altura y no se hundiera, con su mano restante tomó su mento y se acercó a él, sobra decir lo avergonzado que estaba y fue cuando al fin se besaron. Al principio era raro pero no sé separaron hasta que el aire se les acabo o al menos eso hizo Estarossa.

Galand: Pero que valiente, según yo era solo por unos segundos pero tú si que te luciste amigo. Ya puedes respirar Gloxinia, ¿O por que esa cara?

Gloxinia: Cállate Galand o te ahogó.

Galand: Cómo si pudieras alcanzarme enano. Pero sí que diste un gran espectáculo eh.

Y al parecer no fueron los únicos que disfrutaron del pequeño espectáculo que acababa de montar eso dos. Alguien se alejaba de el lugar lo más rápido con una foto en mano.

Todos disfrutaron el rato que estuvieron más poco a poco se iban retirando, no fue hasta que solo quedaba Gloxinia con ellos pues eran quienes lo llevarían a casa así que esperaría un rato más. Se encontraba en una habitación secándose apropiadamente hasta que alguien tocó la puerta y solo le dijo que pasará.

Estarossa: No te cambies, te quiero enseñar algo.

Gloxinia: Si es tu sótano olvídalo, se lo que pasa así que dime qué es.

Estarossa: Descuida, está lejos del sótano así que no debes preocuparte por eso.

Gloxinia: Como digas, pero estaré alerta.

En eso entraron al cuarto que antes le había hablado, en realidad eran unas escaleras que bajaban hacia lo que sería un patio secreto o algo parecido. Ese pequeño jardín oculto tenía unas aguas termales que ha cualquier persona le sorprendería, ¿Cómo tenían eso en esa casa? Tenía mucho que ver en ese lugar.

Estarossa: Bien, aquí hay una toalla seca, allá está la cubeta para lavarte y te veo aquí.

Gloxinia solo termino de lavarse el cuerpo y entró a las aguas esperando a su compañero, aunque no tardó mucho así que ahí estaban los dos disfrutando de la sensación del agua en sus cuerpos, entonces habló el mayor.

Estarossa: Gloxinia...

Gloxinia: ¿Sí?

Estarossa: Quería hablar del beso...

Gloxinia: Ah, eso pues fue un reto, un poco raro pero lo entiendo.

Estarossa: ¿Qué sentiste? ¿Con el beso?

Gloxinia: Fue extraño, algo  ¿interesante? No lo se.

Estarossa se acercó sigilosamente a él y lo cargo, obligándolo a sostenerse de el para no caerse. Ni siquiera se dió cuenta de cuando el peligris comenzó a besarlo de nuevo, disfrutaba el sabor de los labios de Gloxinia. El pelirrojo no sabía qué hacer, pero entonces comenzó a ceder a la sensación. Rodeó con sus brazos el cuello de Estarossa.

Mordió el labio inferior de Gloxinia logrando meter su lengua en la cavidad bucal del menor, él apenas y le podía seguir el ritmo a Estarrosa. El aire ya faltaba así que se separaron y justo en el momento en que ambos se separaban por completo entró Zeldris.

Zeldris: Al fin los encuentros, ¿Saben hace cuánto los he buscado? Es hora de dejar a Gloxinia a su hogar. Vamos, ve a cambiarte para que nos vayamos.

Gloxinia: Claro, ya vuelvo.

Y se fueron a su casa, ninguno dijo nada pero en la cabeza de Gloxinia no salía ese momento, ¿Por qué?, ¿Por qué correspondió? Pero el sueño lo dominó y mejor se durmió.

¿Tu orgullo o yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora