Mi vida en el universo es insignificante; cualquier problema es tan absurdo, pequeño, fugaz. Represento un segundo en la historia del tiempo, por lo tanto puedo decir que nuestro momento aquí no significa más que eso, un momento.
Pero ahora no lo siento así.
Es invasivo.
Alcanzo a distinguir las figuras de sus cuerpos entre las tinieblas de esta habitación. Doy un paso atrás y me encuentro en la pequeña sala; Mer está sentada en el sofá para dos y el chico alto, Marco, se encuentra de pie.
—Puag —Mer mueve la cabeza en dirección a la habitación sin una maldita puerta... donde visualizamos el acolchado sacudirse—. Será mejor que salgamos de una vez.
Es de noche, y la baja temperatura hace que el frío atraviese la tela de mi sudadera ¿Por qué carajos acepté venir?
Marco y yo tomamos asiento sobre un par de bancos incómodos, Mer decide quedarse de pie; saca un cigarrillo y me ofrece una pitada que yo acepto sin más.
Suena mi canción favorita en la bocina así que hago un esfuerzo sobrehumano por recordar su letra, huyendo de la imagen de ellos dos juntos, abrazados bajo las sabanas.
La melodía se ha convertido en el recordatorio de esta noche, muy a mi pesar.
—Se están dando duro eh —Escucho que Mer comenta con picardía.
Ella y Marco comienzan a hablar, no me molesto en seguir el hilo de su conversación. En su lugar, observo las macetas con plantas frondosas rodeándonos, y entonces, admiro el cielo despejado como un panorama triste. Es evidente que el acohol y las películas me hacen romantizar esta situación, que es más bien humillante.
Ni siquiera el líquido embriagante ha logrado anestesiar la sensación que envenena mi cuerpo.
—Lo quiero. —confieso—. Ahora lo sé, lo quiero.
Pese a mi resistencia contra el llanto, me encuentro a mi misma fregando mis ojos. El consuelo que ambos buscan bridarme es en vano, por sus semblantes deduzco que tratan con un perro abandonado.
No hay marcha atrás, decirlo en voz alta lo hace real y doloroso.
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Relatos.
Short Story«sobre monstruos imaginarios, amores pasados y olvidados, platónicos, y seres sobrenaturales.»