El día siguiente sentí la alarma (yupiiiiiiii), así que pude levantarme a tiempo, no como el día anterior. Entonces hice todo lo mas relajado posible por que el tiempo era lo que me sobraba esa mañana.
Después llegue a mi querido colegio, en donde paso la mayor parte de mi vida, en donde puedo socializar libremente. Cuando llegue, lo primero que hice fue leer el calendario y era martes, martes de pasar encerrado en el salón por mas de tres horas escuchando y haciendo ejercicios algebraicos en matemática, que la verdad no se para que me va a servir en la vida, la mayoría de adultos que conozco están sentados doce horas en una computadora haciendo cálculos en Exel (que solo hacen sumas y restas pero de una manera bien intelectual con formulas). Cuando por fin mi poca felicidad en ese momento fue cuando mi mente se desvío del tema y empecé a reflexionar.
Lo que mas se me vino a la mente fue en su mirada, en su sonrisa y en la cantidad de veces que he llegado al punto de enamorarme mas de Lesly. Cuando de repente sentí que mi mente empezó a darme recuerdos cuando la observaba muy a menudo, y entonces llegue a la conclusión que la estoy acosando, por que toda mi vida es ella, todo mi yo es Lesly. Al menos yo soy de ese pensar, de que si dedicas gran parte de tu tiempo diario para pensar, imaginar cosas románticas (nada malo por supuesto), de la persona que te encanta, pues la controlas, que la estas acosando por lo que empecé a dejar de pensar en ella. Y empecé a hacer algo productivo como para tener la suficiente paciencia como para aguantar horas de matemática. Pero otra ves caí, se me ocurrió una escena en donde estaba Lesly con migo y que leía estas palabras en formato físico (en mi cuaderno de emprendimiento para la productividad) cuando de repente me agarra la mano lentamente, y me dice.
— ¡Que hermoso que hayas escrito esto para mi!
Cuando el pensamiento hermoso fue interrumpido por Lutin que me dijo.
— Ale, prestame tu borrador porfa. Aaaaaggggghhhh... Por que me pasa eso.
— Aquí esta perro– le dije extendiéndole la mano dándole mi borrador.
Después de eso empezaron a pasar los compañeros de salón de Lesly y me quede observando detalladamente a cada uno buscándola para ver si me volteaba a ver o le sonreía para pensar en eso un largo tiempo. Pero no... Terminaron de pasar todos y no la pude ver para nada.
—¿Donde esta Lesly? Pregunte en mi mente. Cuando se me alumbro del cielo una respuesta a mi pregunta.
— ¡No vino pendejo!– oí a lo lejos, pero era Ian que se me quedo viendo frunciendo el ceño ligeramente.
— ¡¿Y como sabes?!– le pregunte con una cara dudosa y de enojo al mismo tiempo. Vos la controlas mas que yo va.
— No es que también estaba buscándola para hacerte el paro con ella pero no la encontré en la mañana – me dijo golpeándome el brazo ligeramente, pero ese pequeño golpe lo sentí tan fuerte por que el día anterior la rutina estaba fuerte en el gimnasio y me dolía absolutamente todo.
— Va pues, así me gusta que me ayuden en mis relaciones – dije con una pequeña pizca de sarcasmo.
— Pendejo – me dijo Ian volteando la mirada a la pizarra.
¿Que le habrá pasado? Me pregunte en mi mente.
Ya en el gimnasio, entre sin ganas de nada y no llego al gimnasio (no ha estado llegando pero igual lo cuento :) ) o tal vez llego pero mas temprano de lo que anteriormente era común.
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Se que tal ves habrá confusiones en la parte cuando mencione el "vos" pero eso significa tu. Soy de Guatemala y eso es común muy común acá.
Dime que te ha parecido la historia con tu voto en este capitulo, y si te atreves con tu comentario 👍👍👍👍
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Te seguiré amando.
Teen FictionHola. Como estas. Soy Alejandro un joven de tan solo 15 años de edad que ha dedicado sus últimos meses de secundaria para escribir una historia, una historia con la que me vuelve loco, y pues en esa locura escribí este triste y emotivo libro que tra...