¡welcom-

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Lena no era la persona más atenta del mundo cuando salía al mundo real, la mayoría del tiempo se distraía, leyendo algún libro, escuchando música, mirando alguna serie, mensajes o sus apuntes de la universidad. Se puede decir que le era fácil prestar atención a esas cosas si las tenía que hacer, pero cuando lo hacía, solía olvidarse de su alrededor. Era como su forma de aislarse, a veces no se daba cuenta.

Cuando Lena estaba en la fila del lugar de comidas esperando para pedir, era consciente de que la fila se movía con ella también, pero a la vez tenía toda su atención en los apuntes que eran bastantes que su único pensamiento estaba en ellos y en una manera de ordenarlos para no estresarse más. Para cuando llegó su turno de pedir, obviamente, no se dio cuenta. 

Cayó en eso cuando la cajera que atendía le habló, haciéndola sobresaltar y junto con todo ese susto que se pegó pudo ver cómo se caían, en cámara lenta, todos sus apuntes a la mierda, bueno, ahora tenía más para ordenar -pensó-, luego también empezó a susurrar malas palabras por ser tan distraída y no prestar atención a las cosas y a las personas y a lo que hacía, y-básicamente a todo.

- ¡Hola! Bienvenida a Green Factory ¿que le gustaría pedir? -  Dijo Kara (muy alegre y casi gritando) ni siquiera ella logró entender ese entusiasmo dado que, literalmente, no era su mejor día pero su trabajo consistía en recibir a las personas con amabilidad.

- ¡Mierda! - Soltó Lena al asustarse viendo cómo se le caían todos los papeles.

Kara llegó a sentirse culpable por eso, pero también trató de contener una risita por haber visto la reacción de la chica.

- ¡Dios! Lo siento mucho. - Kara salió de su lugar para poder ayudar a la chica con los papeles.

Aún así, Lena seguía repitiendo la misma palabra en un susurro.

- Mierda, mierda, mierda. -

Y luego, sintió la mano de alguien sin querer que estaba tratando de ayudarla.

- Lo siento, es mi culpa por hablar tan fuerte. - Volvió a hablarle, sintiéndose culpable del todo ésta vez.

Lena, por fin notó la presencia de la cajera y la miró.

- No pasa nada, son sólo apuntes, los tenía que ordenar bien de todos modos. - Asentía a su respuesta. Y eso era verdad, aunque no pudo fijarse si le facilitó el orden o lo empeoró.

Después de lo sucedido, Lena terminó pidiendo su comida y se retiró dándole las gracias.

Ellas se conocieron de esa manera.

what do you like to order?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora