El lazo que nos une

10. Lo que es soberbio tira, el humilde lo recoge.

Cuando Yuuri acudió al llamado encontró en la sala a su intentando levantar a su padre y a Viktor en el piso durmiendo.

- Cariño podrías llevar a Viktor su habitación, al parecer se les han pasado un poco las copas, la buena noticia es que tu padre se quedó dormido antes de comenzar a hacer cosas – Yuuri sonrió ante el comentario de su madre, los hombres de su familia tenían malos hábitos para beber por desgracia él no era la excepción, se volvían escandalosos y atrevidos era algo terrible, cuando su madre logro levantar a su padre se quedó solo con Viktor – oye Viktor vamos despierta, si te quedas allí te resfriaras – el japonés se inclinó para poder despertarlo hasta que sintió un tirón en su brazo que lo dejo en el suelo y a su acompañante encima de él.

- Estabas con el pequeño gatito verdad – El hombre utilizaba un tono de voz diferente al acostumbrado algo menos dulce y más varonil – que te parece si te olvidas por completo de ese sujeto Yuu, seamos honestos es un imbécil. – la posición en la que se encontraba no era la mejor para discutir cosas pues solo podía pensar en lo cerca que estaba el ruso y en toda la piel que se veía bajo su yukata - Que te parece si hablamos de esto mañana, será mejor que vallamos a la habitación – intento pararse pero sintió al ruso ejerciendo fuerza sobre de el

- Y a la habitación para que si aquí podemos tener la misma diversión - En ese momento Víctor corto la distancia entre ellos dos y comenzó un beso, a diferencia del pasado que fue un delicado rose en los labios, ahora era exigente sintió la lengua ajena recorrer su boca y las frías manos del ruso filtrarse debajo de su camisa

Estaba perdido en el placer de las nuevas sensaciones hasta que sintió las manos del mayor intentando bajar sus pantalones – Alto no hagas eso – el ruso tenía la respiración agitada y bajo su yukata se podía ver su creciente excitación – detente por favor -

El semblante del chico cambio, su mirada se volvió sombría y comenzó a hablar en tono molesto - Hasta hace unos minutos lo estabas disfrutando, solo déjame avanzar un poco más y te sentirás muy bien – aprisiono las manos del japones y comenzó a dejar una cadena de besos su cuello hasta que llego a sus clavículas, donde comenzó a succionar- ¡ya está! ahora ese estúpido gatito sabrá que ahora eres mío

- Basta Viktor por favor déjame ya – El comenzaba a entrar en pánico si bien al inicio había sentido algo de placer ahora era consiente que lo que Viktor quería no eran solo besos, sintió terror a perder su primera vez así, por una borrachera, rudo y sin amor, sus brazos no le respondían lo único que le quedaba era llorar, las lagrimar recorrían su rostro hasta que sintió como le quitaban al ruso de encima lo siguiente que vio fue al chico de melena rubia golpeando a su amigo -

- Maldito viejo borracho que crees que estás haciendo –

- Lo que Yuuri y yo estábamos haciendo no es de tu incumbencia, tú le dijiste que quieres a otra persona ¿no? Pues déjalo continuar, eres un sujeto de lo peor no lo quieres a tu lado, pero tampoco vas a dejar que otros se acerquen –

- Tienes razón yo no quiero al estúpido cerdo y si te lo vas a coger está bien, puede que le haga falta pero que sea con su jodido consentimiento y cuando no estén en la sala armado un escándalo – Viktor quería comenzar una pelea con el rubio pero lo abandono su idea cuando vio a Yuuri salir llorando de la habitación – no sé qué es lo que es lo que pretendes con él, pero hazle daño y te juro que la próxima vez te voy a moler a golpes maldito viejo – el rubio sentía una rabia indescriptible

- Como si verdaderamente te importara si le hacen daño, cuando tu le rompiste el corazón antes que nadie y te portas hostil con el todo el, si sigues diciendo cosas estúpidas como lo que acabas de decir ni el hilo rojo que los une va a hacer que él te perdone –