El camino al cine fue sumamente silencioso, solamente se escucharon algunas bromas de Hendery y Chittaphon, claro la suave risita de Kun también. Llegaron y el tailandés arrastró a Hendery por las entradas mientras les decía a los otros dos chinos un; vayan por las golosinas.
YukHei colapso, ahí iba el todo rígido caminando a un lado de Kun, mientras que Kun observaba los precios y demás, YukHei pensaba en decirle algo ya saben para no parecer desagradable.
—¿Te gustan los nachos?— preguntó finalmente haciendo que Kun volteara a verlo y asintiera con una pequeña sonrisa.
—¿y a ti YukHei? — El chico sentía como su rostro comenzaba a arder y solamente asintió, llegando al mostrador.
Ordenaron palomitas y refrescos, también YukHei añadió unos nachos y chocolates. Solamente porque una vez escucho decir a Kun que le gustaba mezclar las palomitas con mantequilla y chocolate, Kun y YukHei pagaron por mitad y tomando las cosas se dirigieron a dónde los otros dos chicos.
YukHei notaba como varias chicas y chicos miraban a Kun con ojos no muy inocentes, ¿cómo culparlos? Kun era muy atractivo. YukHei pensaba en que asiento le tocaría, conociendo a Ten haría que se sentara a lado de Kun, cosa buena y mala.
Y sí, sus sospechas fueron ciertas, así que ahí estaba YukHei sentando a un lado de Kun mientras se metía muchas palomitas a la boca de los nervios. Sin duda, sería algo inolvidable, YukHei ni siquiera miraba la película, veía las reacciones del mayor y eso lo hipnotizaba, Kun se percato de la insistente mirada de Lucas y volteo a verlo mientras le daba su mejor sonrisa.
—Tienes algo ahí— Kun paso su pulgar por los labios manchados de YukHei y le sonrió. —Listo—
Así fue como YukHei se convirtió en un tomate y sintió que su corazón explotó.