Daniela (Caché)

Día 2 (PARTE 2)

(NOTA: UN POCO DE +18

Probablemente hay muchas faltas de ortografía pues son las  2:30 de la mañana cuando estoy escribiendo esto y debería estar durmiendo pues despierto en menos de 4 horas... No importa porque este capítulo me está encantando, pero tenía que hacer la advertencia para los cachers soft... SMUT CACHÉ A CONTINUACIÓN... CONTENIDO ADULTO... +18... los que sean soft sólo salten este capítulo.

Ahora... disfruten.

-Abril)

POV Daniela Calle

Tomé la mano de María José y la llevé corriendo hasta la moto.

Arranque luego de subirnos y rápido llegamos a mi hogar, en la puerta dejé una nota a mi hermana para  que no interrumpiera pues era muy predecible que algo pasaría esa noche entre la chica del cabello azul y yo.

En cuanto cerré ella tiró de mi pegandome a su cuerpo, me abrazó por el cuello y yo a ella por la cintura mientras nos besabamos.

Caminamos poco a poco hasta mi incómodo sofá donde nos tiramos sin importarnos absolutamente nada.

Luego de unos minutos de intensos besos pareció importar pues de nuestras bocas salían gemidos de incomodidad por la textura del sofá.

Me paré y la miré con el cabello un poco desordenado frente a mi, sentada, la tomé entre mis brazos y la cargué tirando cosas y pateando muebles que no me dejaban caminar.

Con los ojos cerrados y sólo el tacto de mis pies logré llegar a mi colchón donde me agaché un poco y la lancé a la cama con cuidado de no lastimarla.

Me quité la  camisa y mis zapatos quedando sólo en brasier y mi short y subí a la cama sobre ella, sólo estaba recargada sobre sus brazos con el torso levantado sólo un poco, una posición que a mi parecer era realmente sexy. Su cabello tan desordenado y sus labios hinchados me volvían loca.

Le di un beso suave en la boca y luego mordí su mejilla marcando un recorrido hasta el lóbulo de su oreja donde me detuve unos segundos a saborear, luego poco a poco fui bajando hasta su cuello, al llegar a esa parte sus uñas se encajaron en mi espalda y su aliento era todo lo que mi cuello sentía.

Sus manos tocando mi piel me estremecían, su suave piel en contacto con la mía.

Seguí bajando con mi boca hasta sentir la molesta tela de su ropa.

Se acercó más a mi de lo que ya estaba y me susurró al oído al sentir mi frustración.

-Si tanto te molesta... -Hizo una pequeña pausa suspirando en mi oído lo cual me causo escalofríos. -¿Porqué no sólo la rompes?

Su aliento caliente me inspiró a cumplir sus deseos. Tomé el borde de su camisa y rompí unos pocos centímetros mirando sus ojos para saber si en realidad es lo que quería. Al notar la aceptación tiré de ambos lados poniéndola por la mitad, dejando una especie de chaleco que me permitía ver su ropa interior de encaje rojo.

Por fin pude seguir mi recorrido de besos mientras con mis manos arrancaba la  prenda que aún cubría la mitad de su torso.

Ella bajó sus manos de mi espalda a mi abdomen donde  comenzó a acariciar y luego noté sus malévolas intenciones cuando sus manos llegaron al broche de mi short y comenzó a desabotonarlo metiendo sus manos en mi parte trasera cuando terminó, acarició esa parte todo lo que quiso pues yo no la detenía y tampoco era como si quisiera hacerlo.

La recosté por  completo y subí a orcajadas sobre sus piernas donde me senté aún con sus manos en mi trasero.

Coloqué mis manos bajo sus pechos y acaricié su cuerpo con deseo mientras llegaba a sus jeans que desabotoné lentamente mordiendome los labios.

Ella me ayudó a retirarlos y quedé totalmente embobado con su ropa interior combinada.

De nuevo volvió a acercarse a susurrarme.

-¿Vas a hacer algo o sólo mirarás? -Mordió mi clavícula haciendo que me retuerza en sus piernas mientras desabrocha mi brasier.

Metió sus manos bajo de este tocando mi espalda y las llevó hasta mis pechos que comenzó a acariciar.

Jamás había sentido algo tan grande.

Retire por completo mi brasier y la lancé un poco brusca a la cama y volví a recostarme sobre ella casi completamente besándola mientras ella acariciaba mi cuerpo.

Luego de varios minutos de besos y caricias abandone la poca cordura que me quedaba y desabotoné su brasier lanzándome a sus pechos sin piedad, su cuerpo se arqueaba al sentir mi boca en ella lo cual me hacía exitarme cada vez más.

Sus uñas seguramente estarían marcadas por toda mi espalda y trasero pues cada vez las encajaba aún más.

-Tocame, Daniela. -Dijo con la voz ronca llena de lujuria. -Tocame.

"Mierda" fue lo único que pude pensar en ese momento.

Bajé sus bragas un poco y comencé a tocarla como ella me pedía, tomé su mano y le pedí que me dirigiera.

Minutos después su cuerpo comenzó a tener pequeñas contracciones en forma de convulsiones cuando dos de mis dedos ya habían sido introducidos en su cuerpo.

Hacia pequeñas  embestidas que poco a poco fueron siendo más rápidas y fuertes hasta  que un gritó salió de su garganta y su cuerpo descansó completamente. Yo paré poco a poco y me tiré a su lado.

-Mierda. -Dijo agitada con una sonrisa en la cara la cual logré notar gracias a la poca luz que se colaba por las rendijas del techo que yo misma hice como tragaluz.

Comenzó a besarme y ahora era su turno de tocarme.

El juego comenzó de  nuevo y me encanta decir que no fueron las únicas veces en toda la noche.

La nuestra terminó a las 3 a.m.

Ya totalmente cansadas y desnudas nos abrazamos y dormimos en ese posición las pocas horas que quedaban.

La mejor noche de mi vida.

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