Perjuicio [Popee The Performer]

Capítulo 9

—Si, si...esa va para el remolque que sigue—

—Ahí es donde irán los trapecios—

—Bien, ponlos en el remolque anterior—

Los hombres que ayudaban en el mantenimiento del circo empezaban a empacar las pocas cosas que quedaban para poder irse de gira, el circo entero se encontraba despierto desde las cinco de la mañana para poder partir, algunas cosas las llevarían en un tren de carga, y lo demás en remolques que podían viajar en carretera, todo estaba listo, aunque Matt seguía en su cama durmiendo plácidamente, pero su padre entró de prisa.

—Matt, levántate, vamos—

Matt aún confundido y medio despierto, levantó su cabeza para ver que estaba pasando.

—¿Qué? —

—Que te levantes ya...—Peter se agachó para acercarse a Matt y besar su frente—Hoy partimos para Canadá, anda hijo levántate ya, Ben te espera con el desayuno—

—Claro ya voy...—

—Empacaré tus cosas mientras tú...—

—Papá...—Interrumpió a su padre—Está bien, yo lo haré—

—Uh...muy bien, no tardes mucho—Peter salió.

Matt de quedó con una sonrisa al ver el gesto de su padre, a pesar de tener la mayoría de edad, aún quería hacer todo por él. Matt comenzó a estirar su cuerpo y siguiente sostuvo su cabello con un elástico mientras se veía al espejo.

—Maldición, mi cabello...olvidé cortarlo...—Dijo al soltar un suspiro.

Tomó una polera de color azul y salió, pudo ver que todo el mundo andaba de prisa, hasta se sentía mal de no ayudarles, porque en cambio iba a desayunar, cerró su caravana con seguro, y fue al gran remolque [1].

—Buenos días Ben...—

—Hola Matt—

—¿Y papá? —

—Uh...creo que fue a ver al cuidador que se encargará de Paola mientras no estemos...—Volteó hacia el microondas nervioso.

—Bien, iré a verlo...—

—Pero Matt... ¿Y tu desayuno? —Volteó de inmediato para tratar de detenerlo.

—Puede esperar...no tardo—

Ben vio cómo se iba, y sacó el teléfono rápidamente para llamar a Peter.

. . .

—¿Irás junto a Spencer en el viaje? —

—Sí, hace mucho que no estamos juntas, la veo todos los días, pero...no es lo mismo...—

Peter y Amelia se encontraban en el estante de Paola, sentados sobre unos costales de alimento para otros animales, él la tenía rodeada con uno de sus brazos mientras jugaban entrelazando sus dedos.

—Supongo que no nos veremos por mucho tiempo del todo— Peter miró hacia enfrente

—¿Por qué lo dices? —

—Estarás ocupada con tu baile durante dos semanas, al igual que yo con Matt...no podré ni siquiera darte un beso—

—Si es así...—Amelia se enderezó poniéndose frente a Peter, puso sus manos sobre su pecho y empezó a acercarse mientras deslizaba sus manos por este—¿Por qué no me das uno que dure esas semanas? —

—Aunque te lo de ahora mi hermosa Amelia...no podré evitar la necesidad de probar tus labios una vez más...—

—Tan sólo bésame—Susurró Amelia.