Capítulo 15

20 7 0
                                    

Sentada sobre la cama, estaba ella sollozando, abrazando sus piernas, y sus lágrimas saliendo una tras otra, el que la acompañaba, sentado frente a ella, no lloraba, pero por dentro estaba destrozado, trataba de consolarla, pero sabía que lo iba a rechazar, además de rota, estaba enojada.

—¿Por qué me haces esto? —Dijo ella por fin—¿No pudiste sólo decírselo? —Lloró aún más—En lugar de obligarme a algo que sabes que nunca...nunca haré, ¡Porque al que amo, es a ti! —

—Amelia...—Peter apretó fuertemente la mandíbula y la abrazó—Yo también te amo, no tienes idea de cuánto preciosa—

—Entonces...—Ella lo miró a los ojos—... ¿Por qué haces esto? —

—Porque...—Peter tomó su rostro y se acercó a ella—...porque por ese mismo sentimiento, de que te amo...debo entender que un día tú te irás, y deberás conocer nuevas personas, eres joven...yo ya he vivido bastante, y sería injusto y egoísta que no te dejara ir—No evitó que sus lágrimas salieran—No me perteneces...siempre has sido libre, y lo más hermoso que me ha pasado...pero debo hacerlo...—

—Pero Peter—Amelia lo miró con tanta tristeza—¡Yo soy feliz contigo!...por favor...no me dejes ir...—Se abalanzó sobre Peter para abrazarlo fuertemente.

—Amelia...—Él le respondió el abrazo—Esto me duele tanto como a ti...pero es algo que debo hacer—Se apartó de ella, y tomó sus manos—Te amo, y siempre lo voy a hacer, jamás olvidaré lo nuestro—La besó por última vez—Perdóname...—

Alejó la mano de su rostro y se fue, aguantando el llanto que se aproximaba ante sus ojos, cerró la puerta dejando a Amelia aún sorprendida pero poco a poco, sus lágrimas salían, sentía como su corazón se partía en dos, jamás había sentido tanto dolor, no desde que había perdido a sus padres, Peter era el amor de su vida, pero ahora él mismo se lo arrebataba, Amelia fue recostándose y abrazó sus piernas para soltar en llanto su pena. Peter subió al auto, en cuanto tomó el volante miró hacia el frente y comenzó a llorar también, era el fin de su amor con su querida Amelia, ni siquiera él podía creer lo que había dicho, en el fondo sabía que es algo que jamás se iba a perdonar.

. . .

Spencer estaba en su caravana, sentada sobre el sofá, leyendo una historieta mientras disfrutaba de la cálida noche entre sus sábanas, reía de vez en cuando por la comedia y degustaba una botana, entonces su teléfono sonó, torpemente lo buscó entre su frazada, y al ver de quien era, contestó rápidamente..

—¿Hola? —Dijo mientras aún seguía comiendo, pero en cuanto oyó el estado de la persona que hablaba en la otra línea, se alertó de inmediato—¡Ami!, ¿Estás bien? —Se sentó sobre la cama y cerró la revista.

Spencer...—Soltó con unos sollozos mientras intentaba hablar, pero por el llanto, se le hacía imposible—Se acabó...

—¿Qué?...Ami... ¿De qué hablas?...—Spencer suspiró y se levantó de la cama—Ami voy para allá, no te muevas de ahí...—

Amelia tomó un respiro y con las únicas ganas de hablar, tan sólo le dijo que ella estaría esperándola. Spencer salió de prisa y fue hacia el departamento de Amelia, al llegar subió los pequeños escalones para llegar a la puerta y subió otras escaleras, sin dudarlo, abrió la puerta del departamento y entró para encontrarse con su amiga sobre el suelo, abrazando sus rodillas llorando desconsolada mientras se recargaba en el sofá, ella corrió hacia su amiga y la abrazó fuertemente, Amelia sin aguantar más, se echó a llorar, tanto como aquel accidente.

. . .

Peter cerró la puerta del auto detrás suyo mientras se aguantaba las ganas de llorar, caminó hacia adentro del circo tratando de mantenerse calmado y que nadie lo notara, llegó finalmente a su caravana, y al adentrase se echó a la cama, y tampoco sin poder más, lloró y soltó sollozos desde los más profundo de su corazón roto.

Perjuicio [Popee The Performer]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora