A B [Boku no Hero Academia - Omegaverse]

τρία

Al día siguiente se encontraron en el mismo lugar, pero esta vez no hubo charlas de por medio, sólo besos y caricias hasta el fin del receso. Al otro día volvieron a repetir su rutina silenciosa, cada vez con más soltura, más confianza y más caricias. Kirishima jamás había visto a Bakugou así, parecía una persona distinta cuando estaba con él. Sonreía, suspiraba, jugaba, se veía tan contento que era imposible no caer perdidamente enamorado de él.

Finalmente, Kirishima tomó la decisión de invitar a Bakugou a una cita. Claro que no le presentaría la invitación así, sería un suicidio; simplemente lo invitaría a jugar videojuegos en alguna tienda y pasar un rato como amigos. Para su sorpresa, Bakugou dijo que sí.

A la salida de la escuela, Kirishima esquivó algunas invitaciones de sus amigos y se marchó de prisa, habían acordado verse en el centro, pues Bakugou no quería que los vieran salir juntos, a pesar de haberlo hecho ya tantas veces. El rubio lo esperaba frente a un gran centro de juegos, recostado contra una pared, con el ceño fruncido.

—Llegas tarde.

—Pero si acabamos de salir...

Bakugou chasqueó la lengua y rodó los ojos.

—Vamos a entrar de una vez. Tú invitas.

Dentro del centro tuvieron la oportunidad de probar varios juegos. Ambos disfrutaban mucho los que tenían que ver con peleas, sobre todo si tenían rastreador de movimientos y podían usar todo su cuerpo para luchar virtualmente. La tarde pasaba y Bakugou se veía muy animado, retando constantemente a Kirishima a vencer sus puntajes, hasta que un grupo de muchachos de no muy buena pinta comenzó a hablar a sus espaldas mientras jugaban.

—Ey, ¿no es ese el chico de Yuuei que secuestraron la otra vez?

—Sí, sí, es él.

—Así que ese es el mocoso por el que All Might se sacrificó. No vale la pena.

El grupo de seis rió, ni siquiera intentaban disimular que hablaban de Bakugou.

—Oí que no es la primera vez que es secuestrado por villanos y que All Might tiene que correr a salvarle el culo.

—¿Eh? ¿Y qué hace aquí? No debería estar en un lugar como este, lo van a secuestrar otra vez.

—¿Acaso así son los próximos héroes de Yuuei? Sólo sirven para ser rescatados. ¡Qué patético!

Con esto último, Bakugou explotó y se lanzó directamente a atacar a quienes hablaban así de él, no con sus explosiones, pero sí con el puño cerrado. Golpeó a uno limpiamente en la quijada, tirándolo al suelo, y en seguida fue detenido por Kirishima.

—¡¡Suéltame!! ¡¡Lo voy a matar!! —gritaba mientras intentaba librarse de Kirishima, que le sujetaba ambos brazos desde atrás.

—¡Tranquilízate, Bakugou! —le rogaba Kirishima.

A todo esto, un guardia de seguridad había llegado a la escena, preguntando por lo sucedido.

—¡Este niño atacó a mi amigo de la nada! —dijo uno de los provocadores— Hay que tener cuidado, creo que es un villano en potencia.

Bakugou se zafó del agarre y salió del edificio, Kirishima pidió disculpas al guardia de seguridad y fue tras él.

—¡Espera! —Cuando lo alcanzó lo tomó del brazo— ¿Qué fue eso? Esos tipos eran unos imbéciles, no les hubieras hecho caso.

Bakugou no le contestaba, es más, ni siquiera lo miraba. Algo malo pasaba con él. Kirishima comprendía eso, y pronto se dio cuenta de que nunca habían hablado sobre qué era lo que Bakugou sentía respecto a todo lo sucedido en Kamino.