Capítulo 2.

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No.

Es lo único que sale de mi boca al escuchar la invitación, sabía que pronto se casaría Mal pero no en menos de un mes, por lo menos ya se olvidó mi existencia pero escuchar a Aurora sobre acompañarla, es muy mala idea. Muchas escenas pasan por mi cabeza y la variedad no son tan lindos, no quiero arruinar una fecha importante para todos e incluso a mi hija, ya le lastime tanto, tratando de no convenir una débil como lo fui yo.

Aurora: pero Maléfica.-se sienta en un sillón en frente mío, yo solo miro el bello paisaje que puedo admirar desde la ventana de mi cuarto.-es el día más importante para tu hija.

Yo: por eso, no quiero arruinar.

Aurora: p-

Yo: si no tienes otra cosa de que hablar, te pido que te retires por favor.

Después de unos segundos en silencio, escucho un suspiro de su parte, sus pasos se aleja de a poco y suspiro tranquila al estar sola. Es mejor estar así, no me apetece en ir y menos si estará ese dios inútil, no quiero estar en un lugar donde ya sé que no seré bienvenida, sus miradas dirán todo.

Yo: Dime que no vienes por lo mismo.

Siento la presencia conocida de mi fiel compañero, solo sólo permanece en piel, algo alejado de mi.

Diaval: maestra...

Yo: no quiero ir.-lo miro con el ceño fruncido, nadie entiende que no me sentiré cómoda en ese lugar.-sólo por que mi hija se casara y será reina en ese mismo día, significa que apruebo y este obligada a asistir.

Diaval: pero en el fondo quiere ir, verla si estará bien con ese joven a su lado, si es el camino más seguro para ella. No quieres que tenga un triste final com-

Yo: ¡sólo por que sabes mi vida, no significa que ella terminará como yo!-suspiro hondo, cerrando los ojos unos segundos, él solo me esta hablando y yo solo grito como un loca.-déjame.

Diaval: sólo por que él ¿cierto?-se arrodilla cerca de mi, desvío la mirada, sabiendo donde esta tomando el tumbo la conversación.-mi señora, sabe que no la dejaré sola.

Yo: lo sé, eres mi fiel compañero.-lo miro a los ojos, extiendo su mano para acariciar su mejilla, sintiendo una pequeña cicatriz.-lo pensaré.

Diaval: entonces la dejaré descansar, si necesita algo ya sabe que puede llamarme.

Solo confirmo con la cabeza sin mirarlo, coloco mi mano en la barbilla, volviendo a admirar el paisaje. Al escuchar la puerta cerrarse, pequeñas grietas del vidrio de la ventana se hacen presente, miro de reojo mi mano que salía brillos verdes en las puntas de mis dedos, suspiro, tratando de calmarme y no dejar que los poderes me dominen.

Sé que mi hija no me odia, estuve un tiempo con ella en Auradon pero no puedo aparecer como si nada, tampoco sabría que decirle, no me sentiría cómoda y aparte no quiero ver a ese antorcha andante.

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Aurora: el té se enfriará si sigues como una estatua.

Suelto una sonrisa mientras agarro mi tasa, dando un sorbo. Estamos en el jardín, tengo que admitir que es hermoso y tranqui, Aurora quería que salgamos a tomar aire, yo no me quejé ya que yo también necesitaba salir.

Yo: ¿tu esposo?-dejo la tasa en el lugar, levantándo una ceja.-no lo vi desde que llegue aquí.

Aurora: como te dije, se fue a otro reino por asuntos políticos. ¿Ya decidiste sobre la boda de tu hija?

Yo: pensé mucho....voy a ir pero...-digo rápidamente al ver que quería levantarse y saltar de alegría.-después de eso, me voy.

Aurora: ¿A dónde?-frunce el ceño, inclinando la cabeza a un lado.-no me digas que....

Yo: me voy a las Ciénagas, comenzaré desde cero.-agarro nuevamente la tasa para tomar un poco antes de continuar de hablar.-quiero olvidarme de todo lo que he vivido.

Aurora: ¿incluyendo a tu hija?-me pregunta con seriedad, sabía que no le gustaría la decisión que estoy tomando.-ella no tiene la culpa de nada.

Yo: no pero es mejor estar lejos por unos años.

Aurora: no me gusta esa idea.-se sirve su segunda tasa de té y agarra un pastelillo de chocolate.-Mal te quiere aunque no recibía ese amor maternal que tanto quería pero al menos podrías compensar en ir a su día más importante y hablar, solucionar todo.

Yo: puede ser...-doy un mordisco a mi pastelillo, sonrió al ver que está concentrada en terminar de comer.-¿En qué momento has crecido tanto?

Aurora: madrina.-susurra algo avergonzada, su piel se volvió roja, bajo la mirada.-me haces sentir vieja.

Yo: no lo eres, incluso siendo madre eres la mejor joya que haya existido, eres mas hermosa que esas princesas.-hago una mueca al tener que compararlas con esas mujeres.-eres la única reina que comprende todo lo que pasa en los villanos.

Aurora: me hubiera gustado seguir luchando ese momento, lo siento por no hacer nada.

Yo: no importa, ya soy libre y los demás también.-escojo los hombros mientras miro las flores.-se me hace raro no encontrarme con tu...madre.

Aurora: ella esta de vacaciones y entiendo que te incomode su presencia.

Yo: incomodar me es poco querida.-sonrío de lado mientras la miro a los ojos.-¿no te acuerdas la guerra que arme por su culpa?

Aurora: prefiero olvidar ese suceso, ya no estamos en esa época.

Yo: prefiero tenerlo en mi mente.-agarro su mano con delicadeza.-siempre debemos recordar nuestros errores para no volver a cometerlos.

Ella solo me sonríe, me gustaría estar con ella en este hermoso jardín pero esta haciendo su vida, yo tengo que hacer lo mismo, volver a mi hogar, convertirme en guardiana y sentirme libre, sin obligaciones, ni nada. Voy a olvidar todo lo que pasé aquí, Mal estará casada y quién sabe, será una excelente madre...

No como yo, que he vivido con odio.

Continuará...

¿𝘛𝘶 𝘮𝘦 𝘥𝘢𝘳á𝘴 𝘶𝘯 𝘧𝘪𝘯𝘢𝘭 𝘧𝘦𝘭𝘪𝘻? ||Hades x Maléfica||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora