Capítulo 12.

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Narra Maléfica:

Antes de empezar mi guarida en los páramos, decidí contemplar el amanecer, estoy al borde del río, siempre este lugar fue hermoso, las pequeñas hadas empiezan a volar, las flores abren sus pétalos, todos se despiertan para un nuevo día. Me levanto de mi lugar, dispuesta a volar pero alguien me llama, veo donde provino la voz y me encuentro con Aurora, últimamente pasa mástiempo en este lugar que en su castillo.

Yo: hola Bestia, ¿Qué haces aquí tan temprano?-levanto una ceja, ella sólo me sonríe mientras se coloca en frente mío.-¿Te Olvidaste algo?

Aurora: creo que tu te olvidaste de un detalle, madrina.-arrugo mi frente, tratando de pensar que detalle supuestamente me olvidé.-soy la princesa de estas tierras.

Yo: oh lo siento por olvidarlo.-con ironía, ruedo los ojos, sabía eso pero bueno.-te preguntaba por que es muy temprano para estar aquí.

Aurora: sólo quería discutir algo contigo.-se sienta sobre una de las raíces del árbol que salía de la tierra, golpea varias veces a su lado, invitando que me siente.-sera algo corto.

Yo: bien.-me siento a su lado, mirando nuevamente el paisaje.-¿Pasa algo?

Aurora: quiero dejar la corona.

Yo: ¿Qué?- la miro algo confundida, escupió así como si nada su decisión, sin rodeos.-¿te refieres separarte de tu esposo?, ¿te hizo algo?

Aurora: no me refiero esa corona madrina.-agarra mi mano, aparece una sonrisa melancólica de su parte.-me refiero que no quiero gobernar los páramos.

Yo: ¿por qué tomas esa decisión?

Aurora: quiero que tu la gobiernes.

Yo: no.

De golpe me levanto y suelto su mano, ya he corrompido una vez este lugar, no merezco tener ese poder, no quiero que vuelva a suceder.

Aurora: desde el principio tenías que gobernar, guiarlo a la paz.

Yo: los hubiera guiado a la venganza, por mi egoísmo yo les provoque miedo.

Ella me mira con tristeza antes de acercarse y abrazarme, recibo el gesto, cerrando los ojos. Aurora siempre tendrá esa conexión especial que ni Mal tengo, vivimos tantas cosas, luchamos juntas y terminamos siempre ganando a la oscuridad.

Aurora: sabes que no viviré para siempre a cambio tu, madrina, vivirás más años. Necesitarán de alguien, ellos no podrían defenderse si aparece una amenaza.

La alejo un poco, mirando su rostro, todavía tiene esos ojos cuando la vi por primera vez, puros y llena de vida, me hubiera gustado que su hija hubiera heredado esos ojos inocentes.

Yo: no digas eso bestia, todavía vivirás más y mientras ese corazón siga latiendo, seguirás siendo la princesa de los páramos.

Aurora: con una condición.-indica mientras pone un dedo como el número uno.-hagamos una pequeña fiesta aquí.

Yo: sabes que los humanos no pueden pisar está tierra.

Aurora: solos serán de la realiza.-junta sus manos, mirando suplicante.-y algunos seres mitológico.

Yo: eres la princesa así que siempre tendrá la última palabra.

Ella hace un gesto se victoria, nuevo con la cabeza con una pequeña sonrisa, esa chica nunca cambiará aunque me preocupa su plan de hacer una fiesta aquí.

Aurora: bien hablaré con los demás seres, después lo organizo. Para una semana ya puede que sea el evento.

Hablaba mientras se alejaba, mejor la dejo. Doblo mis rodillas para tener pulso y vuelo, debería buscar a Diaval para que vigile a la bestia, me preocupa un poco quien invitará, Mal estará ahí ya que es de la realeza pero...¿Hades?, Es un ser mitológico,¿no.

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Desde un árbol miro a los invitados de Aurora, todavía no me siento cómoda con esto. Tengo puesto un vestido algo acampanada de color negro, algo típico de mi. Todos parecían tranquilos, hablando entre ellos, comiendo, bebiendo y algunos bailando el pequeño vals que tocaban una banda clásica. Bajo de mi lugar al ver a Diaval acercándose, teniendo un traje muy elegante gracias a bestia.

Yo: ¿Está todo bien?

Diaval: todo bien aunque...

Yo: ¿Aunque?

Frunce el ceño, mirando fijamente, rompo el contacto visual al sentir una presencia por detrás, doy vuelta rápidamente, dispuesta a atacar por chismoso pero es el dios al que menos quiero verlo. Hades me sonríe de lado mientras se acerca con elegancia y superioridad.

Hades: ¿Te forma de recibirme siempre será así?- me quedo algo tensa cuando se queda muy cerca de mi.-¿podemos a hablar a solas?

Diaval: eso no pasará.

El Dios lo mira con enojo, hace una mueca y vuelve a mirarme, esperando una respuesta, suspiro hondo mientras miro de reojo a mi cuervo.

Yo: puedes irte, después de alcanzo.

Diaval: ¿Segura?

Yo: Diaval.

Diaval: si mi señora.

Dijo a regañadientes antes de retirarse, cruzo los brazos, mirando con algo de enojo al idiota de Hades, no entiendo de que quiere hablar, ¿De Mal? no lo creo, ella creció y puede cuidarse sola.

Hades: me gusta cuando tienes el pelo suelto.

Maléfica: Hades...-levanto una ceja, no entiendo que quiere conseguir, ni en el último encuentro queríamos vernos, no sé por qué cambió de opinión.-¿Eso no más quieres decirme?

Hades: no.

Un escalofrío recorre por todo mi cuerpo cuando agarra mi mano derecha, la acaricia, ese tacto...tan cálido que ya me olvidaba como sentía, no pude evitar mirarlo los ojos, da otro paso para que nuestras respiraciones choquen. No entiendo que está pasando, creí que deje claro que no quería verlo más, que me lastimó tanto, ¡confíe en él!, cuando nadie tuvo ese privilegio, ambos sufrimos por dentro pero sabíamos fingir para los demás, eso es lo que me atrajo de él pero no sabía que también le gustaba jugar como las demás almas corrompidas. La frase que escuche de sus labios fueron...

Me separé de Perséfone por ti.

Continuará...

¿𝘛𝘶 𝘮𝘦 𝘥𝘢𝘳á𝘴 𝘶𝘯 𝘧𝘪𝘯𝘢𝘭 𝘧𝘦𝘭𝘪𝘻? ||Hades x Maléfica||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora