Capítulo 4.

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Cierro los ojos y suspiro hondo.

Miro fijamente la madera pintada de blanca con detalles blancos que tengo en frente de mi, mi corazón no deja de latir tan rápido y fuerte que apuesto que toda los invitados lo escucharán, bajo la mirada, sacudiendo el vestido para que no tenga polvo o algo parecido, escuchar la suave música, susurros al otro lado me asusta mucho. ¿Qué pasará cuando me vean?, no quiero arruinar el día día a Mal, no quiero que me odie más por todo lo que hice en su infancia y una parte de su adolecencia.

Parpadeo cuando siento mi mano derecha siendo agarrada por un cálido tacto, levanto la mirada al ver a mi fiel compañero con una pequeña sonrisa.

Yo: Diaval....

Diaval: tranquila, prometí estar a su lado.

Yo: pero...-desvío la mirada, odio verme así pero se que el no me dirá nada.-Yo...

Diaval: eres un hermosa estrella que se olvidó de brillar.-lo miro nuevamente cuando me agarra de la barbilla, miro sus ojos y esa sonrisa que me da tranquilidad.-su hija es su mundo que necesita de tu luz, solo ve y demuéstrale tu verdadero ser.

Solo sonrió mientras lo abrazo fuerte, ¿Cómo pude olvidarme que tengo a Diaval a mi lado?, nadie puede ser su remplazo y tomar ese lugar en mi corazón, él es todo para mi.

Diaval: mi señora.-nos alejamos un poco y extiende su brazo.-¿Estas lista?

Yo: si, lo estoy.

Agarro su brazo mientras miro que la puerta se abre, el hombre que está a un lado de la puerta nos nombran, haciendo que varios nos miren, sorprendido y se quedaron como estatua. Me acerco un poco a mi acompañante mientras bajamos de las escaleras, miro a mi ahijada quien me saluda con una gran sonrisa, solo asiento con la cabeza y también me encuentro con varios ex villanos. Al terminar de bajar las escaleras, suspiro hondo, no me siento cómoda con todo esto.

¿?: dios, ¿Maléfica?-miro donde proviene la voz, es la reina malvada con su típico vestido, solo con algunos detalles de más. Viene con Jafar y Cruella de Vil.-te ves...

Jafar: hermosa.-me mira de pies a cabeza, yo sólo rodeo los ojos.-nunca creí verte así o verte hoy.

Yo: sólo vengo por algo así que si me disculp-

No pude terminar de hablar al ver a mi hija acercándose, tiene un gran vestido blanco con detalles morado, era ajustado, se ve muy hermosa. Ella al estar en frente se mi, me mira algo confundida, sentía un nudo que se me hace imposible empezar una conversación.

Mal: ¿Madre?-sus ojos brillan, las lágrimas querían salir en ella. Sonrío mientras hago una pequeña reverencia.-¿Mamá eres tu?

Yo: Hola Mal.-ella junta sus manos, mordiendo sus labios inferior, sabía que lloraría tarde tarde o temprano, conozco cada gesto se ella.-me gustaría hablar por privado.

Mal: s-seguro, podemos ir al balcón donde nadie nos molestará.

Confirmo con la cabeza, miro a Diaval por unos segundos, él confirma con la cabeza, suelto su brazo para seguir a mi hija. Mantengo la mirada al suelo donde justo toca su velo, no quiero con las miradas de miedo o asco, solo hablaré y me largo sin decir nada a nadie.

Mal: te ves hermosa mamá.

Levanto la mirada al ver que llegamos al balcón, ella apoya sus mano al borde y me sonríe, tengo que admitir, la belleza de mi hija es única.

Yo: había una vez una niña que era tan hermosa cono tu.

Mal: ¿en serio?-sonríe de lado mientras yo me colocó a su lado.-¿Me contarás un cuento?, ahora si vendrá el fin del mundo.

Yo: ella era un hada que vivía en las Ciénagas, un mundo lejos de todo esto.-miro el hermoso paisaje, la luz de la luna ilumina todo y es reflejado por el rio.-ella se enamoró se alguien equivocado, un humano quien solo quería poder, al conseguirlo, se convirtió en rey.-cierro mis ojos por unos segundos, todavía recuerdo tan bien cuando...-él le cortó las alas para conseguir un trono, ella vio su mundo de otro modo, no dejaba que nadie entre su vida pero la hija de ese rey era...especial aunque eso no impedía que le echará una maldición para castigar a ese hombre.-aprieto los puños puños y miro a mi hija.-mientras la niña crecía, ganaba el cariño de la hada, haciendo que se arrepienta por el hechizo, trato de sacarle la maldición que le puso pero ninguna magia de este mundo podía....al cumplir los 16, ella quedó dormida en un profundo sueño eterno, creyó que con el beso de un príncipe que se enamoró la princesa, rompería el hechizo pero no, fue la hada quien lo hizo por ese amor que se tenían.-agarro sus mejillas, ella se mantenía atenta lo que decía.-esta historia no tiene un final feliz o triste por que es realista, no hay un fin, solo seria después de la muerte.

Mal: no entiendo, ¿Por qué me lo cuentas?

Yo: por que esa es la verdadera historia de mi vida.-abre sus ojos como sus labios.-Aurora es la niña quien le tomé cariño.

Mal: espera-se aleja un poco de mi.-eso significa que...

Yo: yo rompí la maldición de Aurora, yo me enamoré del hombre equivocado...yo...decidí ocultar esa historia por años.

Mal: ¿Por qué?-susurra poniendo su mano en la cabeza, sabía que es mucha información pero quería decirlo.-¿Por qué no le dijiste a alguien?

Yo: nadie me creería pero tranquila, solo vengo a contarte la historia para que sepas que no significa que nunca te haya querido.-agarro sus manos, tratando de no romperme en frente de ella.-lo hice por que no quería que te enamorarás de alguien, no quería que fueras buena, no quería que te lastimarán como lo hicieron conmigo, ese humano y tu padre me lastimaron mucho.

Mal: ¿Qué hizo mi padre?

Yo:

Está casado con tu prima.

Continuará...

¿𝘛𝘶 𝘮𝘦 𝘥𝘢𝘳á𝘴 𝘶𝘯 𝘧𝘪𝘯𝘢𝘭 𝘧𝘦𝘭𝘪𝘻? ||Hades x Maléfica||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora