Ya es hora

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Voy en un tren que no tiene rumbo... Me cansé de las paradas inestables, de las paradas hipócritas, de las egoístas y principalmente de esas en las que ni siquiera me percaté de si eran paradas o no. Hoy ansío el momento exacto de mi llegada a ese lugar que me corresponde, o mejor dicho, a mi estación destinada. Ya quiero salir de las vías ferroviarias que no me llevan a ningún lado. Creo que ya es hora de parar este recorrido sin objetivo. Quiero ser la protagonista de esa futura aventura por la que este tren me ha decido llevar. Esa aventura será la causante de darme a entender el por qué tuve la necesidad de visitar todas aquellas paradas innecesarias para poder llegar hasta mi persona de mirada triste, esa que nunca se rindió y me esperó en el banco de la estación durante el mal tiempo, cruzando tempestades y contando las horas para verme. Esa persona que no tiene segundas intenciones; que no se cansó de esperar a esta loca de alma libre que aunque demoró en encontrar el otro extremo de su cadena, nunca dejó de buscarlo.

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