La melodía de nuestros cuerpos

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Me urge una caminata nocturna por calles que no tengan fin. Esas andadas en donde caminas sin rumbo, sin lugar al cual llegar. Tengo la necesidad de sentir en mi cabeza la calma, tan solo así seré capaz de escuchar por completo todos mis pensamientos. No es primordial una compañía , y si fuera el caso, que camine junto a mi pero en completo silencio. Ahora es cuando la partida llegó a su fin y no tengo ni idea de qué hacer, qué tengo que elegir. Para ser sincera, eso de tomar decisiones difíciles nunca ha sido mi fuerte. En este preciso momento es cuando más necesito que me abrazes y me digas al oído que todo va a estar bien, pero estoy segura de que no será así. Ese es mi propósito, caminar indefinidamente hasta escuchar mis pensamientos, esos que quisieron permanecer en quietud aún cuando más necesitaba escuchar la melodía de nuestros cuerpos.

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