Vendajes Sucios | Aizawa Shouta & Lectora | •BNHA• (PAUSADA)

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Capítulo 5 
Peripecia

O

  Presa de la locura me abrace a mi misma, con la radio encendida y el volumen al máximo.

   —Aun escucho el llanto; Te hecho soltar peores sonidos, Querida. 

   Levanto la cabeza fatigada en verlo, reflejo melancolía, vaya sorpresa, estaba sola. ¿Dónde está? Lo escucho pero no lo veo, ¿De nuevo estaba alucinando o no estaba en un sueño? Di un salto y me pego con el techo, la sala se había encogido, sólo con diez centímetros de diferencia a mí. Los latidos de mi corazón eran los únicos sonidos, retumban en cada pared mezclándose con una agitada ventisca, no me deje invadir por la conciencia de mis latidos cardíacos, o las caras que sobresalen en las paredes, rasgando el piso.

En la penumbra apenas puedo visualizar la puerta principal, mi vía de escape al otro mundo. El cuarto, ahora un pasillo largo lóbrego y desgastado, cede el hogar a gente moribunda y trastornada gracias al vicio, la locura y sus propias mentes. Aquellos individuos no lo considero espectros ni seres vivos, Habitan en las cuerdas del limbo, atrapados en un bucle de ensueños. Tanta desgracia veo en sus oscuros ojos sin brillo puede parecer utópico ir en busca a la felicidad o perdón. Ellos no la tuvieron adelante hasta que él apareció. Murmullan a mi dirección, fue ahí que me percate, eran las almas que rasgaban las paredes e intentaban tocarme.

  —Estas aquí, ¿Por qué? Pensábamos que él te mantendría con vida —Masculla uno de ellos, se encontraba en un estado más penoso que a sus compatriotas, los nervios me pone a flor de piel.

¿Mantenerme con vida? Yo sigo viva, estoy atrapada en un mundo paralelo, seguro una creación más de mi imaginación. El sujeto rompe en llanto, el polvo que lo cubría cae al piso, dejando ver la carne viva, la repugnante mirada desolada invade mi instinto, perdiéndome en las lágrimas rojas, aquel hombre poseía labios leporinos, no eran de nacimiento alguien se lo produjo a base de cuchillo, porque también lo tenía en el labio inferior. 

Tengo la piel de gallina.

Al segundo, todos empiezan a berrear al unísono, destruyendo los ventanales. Cubro mis oídos, temblando cayendo sobre mis pies. Los llantos pasaron a ser zumbidos, chirridos hasta un sonido sordo, quebrándome. El sujeto boca desfigurada agarra en fuerza mi muñeca y me suplica en gritos.

  —¡Aun no eres bienvenida, corre antes de que te atrapen! —Me empuja lejos, logrando que entre en razón.

Comienzo a correr tan rápido como mis pies me lo permiten, siento mi aliento querer ahogarme, el corazón iba a mil, y mi visión se pone borrosa, pero las filosas uñas que arrancan mi piel me motivaron a seguir. Aun no, aun no debo estar aquí y nunca volveré

El pasillo se hacía más estrecho, ellos ya no me seguían. Estiro la mano al pomo, y pude abrirla, cayendo en unos fuertes brazos, ese fue mi último aliento.

  —¿Te ha gustado mi sala favorita?

. . .

𝓞𝓶𝓷𝓲𝓼𝓬𝓲𝓮𝓷𝓽𝓮

La academia de héroes abunda el deseo de aprender, mejorar y cumplir sus metas. Constantemente se enfrentaban varias clases, por lo que era obligación de sus maestros principales solucionarlo.

Los maestros se encontraban en la sala de profesores, subiendo notas, buscando el cuaderno de un estudiante que decía que si se lo había entregado, buscando una prueba que dejo, quejándose de la impresora que no funcionaba, Otros revisaban exámenes. Y El maestro Aizawa descansaba en el saco amarrillo.