EN EDICIÓN.
JungKook lleva más de cuatro años coleccionando razones para detestar a Kim TaeHyung, el Alfa perdedor de la casa de al lado. Y que sus padres estén empeñados en pasar todo el jodido tiempo con los Kim, no es que le haga muy feliz. TaeH...
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Y la historia es larga, más de lo que le gustaría admitir.
¡Clanck!
Fue el sonido que hizo la puerta de la ducha al cerrarse.
El agua tibia, más caliente que fría, empezó a caer en rápidas gotas desde la regadera. Inmediatamente una nube de vapor cubrió todo el baño, y el cuerpo de pie en medio de la niebla caliente y debajo del chorro, simplemente dejó caer el agua sobre él; dejando escurrir toda impureza que quede en su cuerpo, así como así. Mientras su mente está por completo en otro lado.
—Mi amor, ¿ya sabes qué camisa te vas a poner?
TaeHyung dio un respingo. Intercalando sus ojos bien abiertos sorprendidos entre el cristal de la puerta de la ducha, toda empañada, y las palmas de sus manos temblorosas. Su cabello empapado se pega a su frente, y el olor a jabón de baño hace a su nariz cosquillear. Desde su posición puede ver la silueta de su madre, que entreabrió la puerta del baño para de repente preguntarle.
—Eh... No todavía, mamá. Puedes escogerla por mí.
—Está bien, la plancharé.
—Sí... gracias.
Joder. Procuró cerrar sus manos en puños, otra vez, porque tienen que dejar de temblar. Antes de salir de aquí y que lo vean. Apagando el chorro de agua con brusquedad, se mordió el labio fuertemente. Será mejor dejar de desperdiciar agua y terminar con esto rápido.
—¡Mamá!
—¿Sí, cariño? —DaYoung se oyó algo distante, seguramente desde su closet.
—¿Tengo que quedarme para después de la cena?
—Umm, no lo creo, amor. Pero sería lo mejor.
—¿Sí?
—¿Planeas ir a alguna parte?
—¡JiMin!
—TaeHyung, tan tarde...
—¡Solo es donde JiMin!
—TaeHyung...
No tardó en escuchar un pesado suspiro, pero ni siquiera le importó, mientras enjabona todo su cuerpo. Sabe perfectamente lo que viene después de ese gesto.
—Está bien, pero por favor no regreses tan tarde, cariño.
