III

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Llevo como media hora esperando en el fondo del mar a que Maya me traiga una camiseta o algo con lo que poder cubrir mis dulces senos. Llevo media hora dandole placer sexual a los peces con mis vistas, y vete tú a saber si algún perturbado se ha pasado solo con las gafas de bucear a verme.

Yo es que la mato, porque lo más gracioso es que no se donde cojones está la parte de arriba. Debe de habersela llevado alguna ola o no se.

Total, que llevo la vida en el agua metida y estoy empezando a tener mucho frío. Tanto que podría rayar cristales con mis pezones. Era un dato inecesario, lo se, pero es lo que hay.

Maya no llega. Qué mierda estará haciendo. No creo que para ir a buscar una maldita camiseta o ir a un chino a por una parte de arriba del bikini se tenga que demorar tanto.

De pronto, a lo lejos veo un alma rubia que parece ser Maya, que se acerca poco a poco. No se si viene con algo o no, pero como venga con una camiseta va a venir toda mojada y en fin, se me va a notar todo igual.

Juro que hoy mato a alguien, dios.

Llega por fin. Por suerte me trae una parte de arriba que ha ido a comprar al chino.

-Anda, que como poco el chino estaba en Murcia, ¿no?

-Pues casi, bocachancla. Me he tenido que ir casi a no se donde. A demás, yo no conozco esto.

Excusas baratas. Seguro que se ha encontrado a un tío por ahí. Como si ni la conociera.

-Ayuda a hacerme el puto nudo, que como comprenderás no tengo las manos de plastilina.

-Joder Arya. Voy a empezar a que la excusa de que te ha bajado la regla que has puesto antes va a ser verdad.

-Ven anda.-la digo con una sonrisa.-Dame un abrazo tonta.

Se acerca. Mis sospechas de que ha estado con alguien mientras yo me moría de frio son claras. Huele a One Million. Maya se muere por esa colonia. La puede oler a metros de distancia, y aunque el tío sea feo, ahí que va a atacar ella. Lo pone como excusa, lo de que un chico sea feo, porque dice que de cintura para abajo todos tienen lo mismo. Más gorda o mas fina, grande o pequeña, pero que la función que tienen es para lo que es.

En el fondo es lista.

Salgo de la playa porque obviamente parezco entre una pasa con metamorfosis de la Duquesa De Alba.

Cojo la toalla, me seco y me la dejo un rato largo mientras miro al horizonte, contemplando la unión del mar y del cielo.

Maya está donde la sombrilla, con su móvil, para no variar. El día que se le rompa o algo ya podemos llamar al Hermano Mayor porque no va a haber forma de aguantarla.

Después de un rato mirando el horizonte cual chica tumblr pongo la toalla sobre la arena y me tumbo.
Ya está atardeciendo y la luz del sol es menos fuerte que cuando hemos llegado.

Maya y yo seguimos criticando, tanto para bien como para mal, a todas las personas que van andando por la orilla.

No hay nada bueno en especial, solo abueletes que intentan hacer que su jubilación sea más amena.

Nos tiramos hasta las nueve en la playa y vamos a un chiringuito a cenar,
Acto después yo me voy sola en el autobús porque Maya quiere quedarse en los garitos para ver si pilla a un buen mozo.

En fin. Es ninfómana y no lo quiere admitir. Pero allá ella. Habrá un día que tenga una microvegetación en el coño, de todas las pollas que, bueno. Tampoco quiero entrar en detalles. Yo, es que incapaz. No sé como lo hace.
Quizá si estuviera buena... Tampoco voy a hablar de ello porque no es un libro para deprimirse.

De Diva por el mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora