VIII

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Llegamos ya a la incréible ciudad que es Londres. Eso sí, un frío que te mueres, y más húmedo que el coño de una fangirl cuando salen fotos de sus ídolos en una piscina o playa.

Tras andar más de media hora, porque claro, la señora Maya tiene dinero para todo tipos de lujos pero eh, no lo tiene para pedir un puto táxi, y se piensa que conoce Londres y me paso yo sus conocimientos por lo que viene siendo todo el miembro.

Total, llegamos. No se cómo pero conseguimos llegar.

El hotel es la puta hostia.

Es entrar y hay techos altísimo, todo de moqueta, sofás y sillas para esperar que parecen asientos reales... Y lo mejor de todo, un botones que está para llevárselo al cuarto de las fregonas y hacerle toda la limpieza.
Llevo como una hora en Londres y me he enamorado como 500 veces.

Subimos a la habitación y dios mio.

Las camas más grandes que mi casa y con más cojines que otra cosa.
Unas vistas preciosas, es más, al fondo se puede observar el London Eye, al cuál Maya quiere montar pero creo que lo va a hacer solita, porque claro, yo hago todo lo que tu quieras, eso sí, a rás del suelo, donde pueda yo ver que me siento segura.

En fin, que colocamos todo el rollo de las maletas y decidimos ir a la cafetería a comer un poco y a planear la visita a la gran ciudad.

Ya en la cafetería decido coger sitio mientras Maya va a por comida para nosotras, ya que hay un ''buffet libre'', si es que así se puede llamar.

Me trae una fanta de naranja marca inglesa, que nada que ver con la española. Eso sabe peor que el jarabe para curar cualquier mierda del cuerpo, dios. Aun que bueno, hasta ahí todo bien. El problema es cuando la zumbada de Maya me trae un plato de alubias o judías pintas o yo que coño se, con ketchup... CON KETCHUP.

        -Maya, querida. ¿Qué coño es esto?

        -Un plato muy típico aquí.

        -Me paso yo las tipiqueces de aquí por el santo coño mío reluciente.

        -Hija, aquí a estas horas no comen más que esto, huevos revueltos, té y poco más.

        -Maya. Te llevo yo a algún país de estos acabados en ''istanj'' a comer cucarachas, saltamontes y todo tipo de insectos porque claro, ¡¡ES TÍPICO ALLÍ!!

        -Arya, tu puta ironía te lo puedes meter por ese coño tuyo que dices hija, que debe ser que hace mucho que no lo surcan.

Uh lo que ma' dicho ésta. Haya paza, que no llevamos ni dos horas en Londres y ya estamos que nos tiramos de los pelos. Arya, ten paciencia amor mio.

Accedo a comer esa mierda y he de decir que no estaba tan mala como yo creía, pero tampoco estaba buena ni mucho menos.

        -Quitando el drama food.-Digo- ¿Qué hay pensado hacer?

        -Pues he pensado, que hoy, como estamos cansadas del viaje y todo eso, coger un billetes de esos autobuses que puedes subir y bajar cuando quieras y hacer turismo por autobús, y ya en lo próximos días vamos por nuestra cuenta.

        -Me parece bien.

        -Eso sí, Arya, no nos vamos a echar siesta.

        -Ya no me parece tan bien la cosa.

        -Chica, para dormir haberte quedado en tu casa, en España. Aquí vamos a vivir, a despejarnos y a disfrutar coño.

        -PEEEEEEEEEEEEERDONA, pero yo durmiendo disfruto mucho, tss.

De Diva por el mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora