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-Arya, deja el puto móvil y a dormir. Que alumbra toda la habitación.

-Tranqui blanca nieves, que ya lo apago.

-Mañana hay que madrugar para que nos cunda más el día.

-¿Qué? Alto alto alto, guapa. Lo de la siesta te lo permito. Pero me suda el coño estar en Londres, Miami, España o en casa de mi puta madre, que no voy a madrugar en ninguna. Si quieres pillas y te vas tu sola.

-Arya tía, eres increíble. Increíblemente gilipollas.

Y ese fue el último comentario de Maya por la noche. Ya verás la cara que se le va a a quedar cuando uno de su ídolos musicales entre mañana por la puerta. Esta es tan puta que es capaz de montar un trío o llamar a algún tío que tiene fichao' ya del hotel para montar una orgía.

A la mañana siguiente, abro los ojos y no está Maya. Las persianas están levantadas y la habitación está como si hubiera pasado un puto tornado, que seguramente se llame Maya No Sabe Que Ponerse Hoy.

No hay rincón en el cual no haya ropa. Creo que hasta en el coso ese para poner el papel del culo hay hasta calcetines.

En la puerta hay una nota.

Me levanto y apruebo la ley de Newton de la gravedad. Si, hijo de puta. Nos caemos a una aceleración de 9,8 metros por segundo. No lo jures.

Quitando el percance de saborear el suelo, llego a la puerta y quito el post-it rosa que hay. Al menos ha sabido escoger mi color favorito. Mentira porque es el azul.

"Me he ido. Que te follen."

Un mensaje corto y directo.

"Ojalá me follen, ojalá." Me digo para mis adentros.

Parece ser que Liam no ha venido. Sino no habría puesto un mensaje tan cargado de positivistad esta mañana.

Enchufo el calefactor del baño para que se vaya calentando, obvio. Preparo la ropa que me voy a poner y me dispongo a ducharme.

Una vez acabada la ducha, me seco el pelo, to' mala yo, superando las normas del secador que dice que no puedo secarme el pelo mientras estoy mojada.

Cojo una toalla y me la pongo protegiendo todas mis partes de las miradas de las paredes.

Abro la puerta y el grito que meto en ese momento se debe de escuchar hasta en planetas o galaxias que no se hayan descubierto aún.

-¿PERO QUÉ COÑO HACES TÚ AQUÍ?

-Me dijiste ayer que viniese a verte y aquí estoy. Sorpresa. Bonitas vistas por cierto.

- PE PERO ¿SE PUEDE SER MÁS INOPORTUNO QUE TÚ CHAVAL?

-Oye, que yo no sabía que... bueno si porque se oía pero vamos. Que eso. Hola.

-¿Y cómo mierdas has conseguido entrar sin tarjeta?

- Una de las cosas buenas de la fama es eso. Que pides una llave o lo que sea y te lo dan.

-¿Una de las cosas? ¿Cuántas se supone que hay?

-Bueno señorita... Arya? Si no recuerdo mal, ya te contaré si me dejas conocerte.

-Vuelve a decirme señorita y juro que acabo tu carrera como cantante y futuro padre de hijos preciosos. Piensa en ellos.

-Pero ¿tú no tienes novia?

-Novia, lo que se dice novia no. Tengo una barba que modest me obliga a tener, pero vamos. Que eso es solo en público.

De Diva por el mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora