Milla es hija adoptiva del Dios del trueno.
Raiden se ve esforzado a llevar a su hija a qué la entrenen y pueda enfrentarse sin necesidad de que la protejan. Ella tiene que ir para entrenar con ayuda de Kuai Liang y Hanzo Hasashi para luego irse con...
Los cuatro estaban cerca del pueblo, a unos metros se apreciaba una escalera grande.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Llegamos...-. Anuncio el ninja frío.
Las chicas emocionadas al escuchar que habían llegado, empezaron a correr hacia la entrada. Ya en el último escalón se detuvieron y sus ojos brillaron de admiración, el lugar era hermoso.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mientras que las chicas admiraban la hermosa y blanca nieve que cubría las casas, los dos ninjas estaba subiendo con tranquilidad hacia la entrada, los dos tenían expresiónes inquietas, dentro de sus cabezas volaban muchas preguntas sin respuestas pero si querían respuestas tenían que sacarla y el primero en preguntar es el ninja de hielo.
-¿Por qué la miras así?-. Miro a su compañero esperando la respuesta.
Esté lo miro extrañado, al instante se dio cuenta a qué se refería pero de todas las preguntas no quería responderlas. -No sé de qué hablas-. Scorpion quería ser el que no sabia nada, pero Sub Zero no le bastaba esa repuesta.
-No soy tonto Hanzo, vi como la mirabas, como tomabas su mano...-. Ya casi estaban en la entrada, el ninja frío no quería más vueltas. -Dime, por qué?-.
-Y te molesta que la mire con cariño y la traté así? Dime por qué te molesta?-. Ahora Scorpion le tocaba interrogar.
Sub Zero parecía nervioso, no se lo esperaba que preguntara sobre eso, él no sabía que responder parecía que lo remato.
-Yo...-.
-Maestro Kuai!-. El ninja frío agradeció mentalmente a Nayla de haberlo salvado. -¿Que nos recomienda ir primero?-. Pregunto la ojimiel.
-Bueno... Que es lo primero que quieren ver..-.
-Me gustaría ir a una librería-. Hablo Milla aún mirando el paisaje.
-Entonces te llevaré a donde está la librería-. Milla miro al lado suyo, y el que se ofreció acompañarla es el ninja de fuego.
-En serio!? Gracias...-. Ella felizmente abrazo el brazo de su maestro, y los dos empezaron a caminar.
En el fondo podemos oír el crujido de un corazón roto, la castaña se dio vuelta para mirar a su sensei atónito.
