¿Fuego o Hielo?

Capitulo 11: Llamas a mí?

Después de 3 días de duros entrenamientos, llegó el fin de semana. Nayla y Milla arreglaron para salir de paseo en el bosque de invierno.

Ya era medio día, Milla se encontraba parada en la salida trasera del templo, esperando a su amiga.
Estaba pensativa y mirando hacia la nada, pensó los días ocurridos del entrenamiento, sintió miradas extrañas de sus maestros pero lo más raro para ella es que sentía admiración al verlos, nunca sintió esa sensación, parecía casi similar a una novela que leyó pero se hizo la cabeza que era una confusión suya. -Cualquier cosa estás pensando-. Susurro. Después sintió unos pasos acercarse hacia ella.

-¿Vamos?-. Pregunto Nayla ya lista.

-Vamos-. Las dos se entraron al bosque.

Narra Nayla Ya era hora

Estos últimos días de puro entrenamiento no le he podido hablar de ese tema, no era el momento. Pero iré despacio, para que no sospeche.

-Y dime Milla... Tu papá es un dios?-.

-Si, el dios del trueno y protector de la tierra-. Respondió con un aire de orgullo. -¿Y el tuyo cómo es?-.

-Es... cómo un emperador-. Recordé a él y el pasado, pero no quería que supiera la verdad, hasta ahora -Yo... No tengo padres, solamente...fui criada por un sujeto muy importante, era muy amable y me tuve que ir de casa para conocer al mundo y terminé aquí...-. Dije lo más calmada.

-Y lo extrañas?-. Su voz sonada nostálgica.

Mire hacia a un costado, extraño mucho mi hogar. -...Si... algo-. Tengo que cambiar de tema. -Bueno y cuéntame, ¿ Tienes más familiares? ¿Amigos? ¿Novio?-. Aclaré lo último.

-Bueno... Aparte de mí padre y mí tío Fujin, tengo a mi tía Sonya y mí tío Johnny, los Cage, mí prima pero también amiga Cassie, luego está Jackie, Takeda y el tarado de Jin.-. Lo último lo dijo con enojo. -Y novio no tengo-. Siii está soltera.

-Perfecto-. Uy.

-Eh? Por qué perfecto?-. Ay no, tengo que mentir .

-Perfecto... Es el día, el día es perfecto, no lo crees?-. Le sonreí, estaba nerviosa.

-....sii, está lindo, lo bueno que casi me acostumbro el ambiente helado-. Me calme, seguro que después no sospechara nada.

[...]

Narra su narradora

Las dos estaban asombradas del hermoso paisaje, pararon a descansar después de caminar media hora.

-Media hora de caminata y ya me cansé-. Dijo la chica de ojos azules.

-Estuvimos entrenando para esto...-. La castaña se sentó en una piedra. -Oí que hay un pueblo pasando al final del bosque-. Luego suspiro.

-¿Pueblo? Y que habrá allá?-. Preguntó emocionada.

-No lo sé, y si lo averiguamos?-.

-Sii-. Respondio con ánimos. -Vamos al pueblo-. Tomo la mano de su amiga que aún estaba cansada.

-Pero Milla aún estoy cansada-. Estaba siendo arrastrada por su amiga. -Pero que...-. Su amiga se puso adelante de ella para ser subida a caballo.

-Te llevaré y no te quejes...-. Continúo caminando.

-¿Pero no estás cansada?-.