Cap 4... Vergüenza

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El día había transcurrido con normalidad, con un calor que nadie se esperaba; el sol iluminaba cada rincón de la escuela, sintiéndose arder cada que hacía contacto con la piel...

Las clases fueron lo peor. Y el calor sofocaba todavía más a esas horas

O, puede ser que solo a él le molestara tanto el sol, y las clases... o solamente seguía cabreado con sus padres y lo desquitaba con todo lo que se le cruzara....

Y con quien se cruzaba

...

Se sentía como una mierda sentado en esa banca, después de haber corrido 5 vueltas a la cancha por petición (orden) del maestro de educación física
El sol estaba cocinando el mundo: a esa hora del día ni siquiera puedes abrir los ojos correctamente, ves manchas azules flotando por todos lados, sin que estén ahí realmente. El sudor le escurría por la espalda, mojando la camisa deportiva que llevaba puesta ese día.
  Ya no podía dar más: sentía que los músculos se le quemaban por dentro y las piernas le temblaban del cansancio, ¡ya no las soportaba más! A pesar de estar sentado....

En cambio, a su amigo Mike no parecía ir le tan mal; su entusiasmo jamás lo dejaba solo, recorriendo la cancha una y otra vez sin aparentar algún indicio de cansancio ni de fastidio

-¿Y...como va?- jadeo Alex, recargado en el respaldo de la banca en la que estaban sentados, a un lado suyo, un Jeff muerto del calor con una botella de agua en la mano, la cual vacío sobre su cara minutos después

-Bueno... Supongo que, no ha mejorado mucho- responde, con el rostro goteando el agua antes derramada, las gotas acariciaban su bonita y fina cara, recorriendo la blanca piel de su frente y paseándose por la nariz y mejillas hasta tocar el pasto del campo...

La situación con sus padres no ha mejorado ni un poco; cada noche es lo mismo, en la cena solamente se discute, después de que a la señora Woods menciona cualquier cosa, asunto, relacionada con el viaje planeado no falta una respuesta mas que negativa por parte de su hijo menor, sintiéndose atacado y traicionado (de alguna manera) por su familia; ya no se podía mantener una conversación dentro de esa casa, no pasaban ni cinco minutos cuando estos ya estaban discutiendo.

.-.-.-.-.-.-.

Menos mal, la clase de educación física había terminado: no es para nada agradable correr quince vueltas bajo un sofocante y ardiente sol.... Sí, parecen pocas, pero nadie toma en cuenta lo grande que la cancha podía estar... Ni Tampoco lo molesto que podría estar el maestro, por que su equipo de fútbol preferido perdió o por cualquier cosa, total, iba a calmar su cólera haciendo sufrir a sus inocentes alumnos con un montón de vueltas bajo el sol.

Por otro lado, uno de los chicos no podía calmar su entusiasmo (como todos los días), diciendo que se sentía más fuerte cada vez que corría

"Ridículo..." pensó el de cabello largo

...

Pararon un momento, en donde los casilleros de Alex y Jeff se encontraban, dispuestos a buscar los libros necesarios para la siguiente clase

-De verdad no entiendo por qué no tenemos clases mixtas en el patio- murmuró Mike, recargado sobre un casillero desconocido con las manos tras la nuca

-Supongo que para alejar a las niñas de depravados como tú- bufo Alex, sacando dos cuadernos de su mochila

-¡¿Yo?! Pero si es Jeff el que mira a la nueva todo el tiempo- se excusó

Desde su lugar, se escuchó como un avergonzado Jeff estampaba su cabeza sobre la puerta metálica; ¿era para tanto no haberle quitado la vista de encima mientras pasaba frente a él? Solo la quería ver de cerca, ¡no otra cosa! "Maldita ses esta escuela llena de pervertidos"

Atrapado...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora