Cap 13... Lluvia

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Arriba, el cielo presentaba un espectáculo: con su tenue y escueto color gris, dando el aviso de que, más tarde, habría lluvia. Y puede que no cualquier llovizna pasajera, si no algo fuerte y salvaje.... O, por lo menos larga; una larga llovizna que te mojaría hasta los huesos al salir, aunque fueran escasos los minutos bajo el agua

Pero, a quién se le ocurriría, ¿no?

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La ultima semana en y esa escuela iba iniciando. Y de la peor manera: con un viento del infierno, y un cielo que para nada parecía darte los buenos días. Todo estaba gris, como una enorme capa se humo cubriendo sobre los techos de las casas.
"¿Desde cuándo el aire en el infierno es helado?"

"¿Acaso existe uno?"

Qué importaba eso. Estaba triste hubiera infierno o no, y el día que estaba haciendo no le ayudaba mucho a levantarle los ánimos.

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El irritante sonido de unas pantuflas siendo arrastradas por el suelo inundó la habitación: el muchacho castaño, aún en pijama, buscaba algo qué ponerse para la escuela... Como si el uniforme no fuera una opción.

Tenia su rostro pálido por completo; sus ojitos azules se escondían entre sus párpados, adormilado después de tan pocas horas de sueño.
El día anterior, la familia Woods estuvo empacando y limpiando de arriba a abajo toda la casa, y a ninguno le dio tiempo de dormirse temprano. Por lo que, ahora Jeff sentía su cara hinchada y blandita, causa de no haber dormido sus horas adecuadas para descansar su bello rostro, según él.

Abrió las puertas de su armario, para luego tantear con la mano en busca de alguna prenda simple que ponerse... y no fue hasta después de dos minutos que se dio cuenta de que éste estaba vacío "¿Que mier...?"

Y como un clic dentro de su cabeza vino el recuerdo de cómo ayer por la tarde desperdició las veinticuatro horas del día, veinticuatro horas de vida metiendo 56 prendas de ropa en una maleta donde apenas caben las 35

Así que, de nuevo el sonido del suelo siendo tallado sin cuidado volvió a balar el cuarto, ahora, camino a los pies de su cama donde una maleta negra y bien cerrada reposaba tranquilamente. Suspiró ates de abrirla: púes había tardado una eternidad en cerrar bien la cremallera, o al menos por lo que recordaba... Por no mencionar que ni se acordaba a qué horas se había quedado, con la ropa aún puesta: empolvada y sucia de las rodillas. De no ser por eso, hubiera salido así al colegio, pero bueno, Jeff no podía verse así en público; sucio y patético...

"Venga ya, Jeff" no era ese momento para pensar en lo que pensara la gente de él, incluso se sorprendió a sí mismo al reconocer que no le interesó el pensar que los demás lo vieran mal.

Bueno, por lo menos no en ese momento

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Cerró la puerta de su cuarto una vez estuvo "listo" para salir de su casa. Arrastrando un brillante suéter en blanco puro, sin importarle que la mugre se le pegara con mayor facilidad al ser de un color tan claro

Tomó su mochila y acicaló su cabello, tratando de hacer el mayor tiempo posible para algo de lo que no tenía algún motivo

"Valla día" pensó levantando del suelo el suéter blanco, puesto que lo necesitaría para cubrirse del frío. Pero justo estaba saliendo por la puerta, con la mitad del cuerpo ya siendo golpeada por el helado viento, cuando una mano tomó su hombro, obligándolo a detenerse en medio del acto. Se balanceó un poco al sentir el ligero apretón que lo devolvía al calor de su casa, peto logró mantener el equilibrio...pero claro, casi vuelve a perderlo cuando un aroma que reconocía a la perfección inundó en lo mas profundo de sus fosas nasales; sería el colmo no reconocer el olor de tu propia madre

Atrapado...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora