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XXXIV - Eternidad -

Hyunjin miraba a las personas correr de un lado a otro, suspiró y el vidrio de empañó, dibujó una carita feliz y sonrío, esperaba a que Chan regresará, su adorable hijo que seguía manteniendo su apariencia de veinte había salido de viaje a París, suspiró de nuevo y se sentó en el sofá haciéndose bolita, quería más hijos, quería tener a Chan todo el día con él, también quería que sus amigos fuesen inmortales como él, en las dos horas que Chan había salido por la cena se había armado un escenario de soledad, él no quería estar solo.

—Ángel llegué— se levantó del sillón de un brincó y corrió a los brazos de Bang, quien sostenía dos bolsas con comida de un restaurante mexicano.

Hyunjin no soltó a Chan ni cuando este camino hasta la mesa para dejar las cosas en ella, cuando sus manos estuvieron libres cargó a Hyunjin quien enredó sus piernas en su cadera.

—No quiero estar solo— suspiró a punto de soltar lágrimas.

—Tranquilo Ángel sólo me fui dos horas— acarició la espalda  del menor— Jamás me iré, estaré el resto de mi eternidad contigo.
Hyunjin asintió sorbiendo los mocos y sonrío, Chan besó su mejilla y frente.
El menor sonrío y besó a Chan, de a poco el beso se había convertido en uno fogoso y pasional, Bang caminó hasta la habitación, sin separar sus labios dejó caer a Hwang en la cama, se posicionó sobre él y trató de quitar la camisa de Hyunjin pero la desesperación no le dejaba, terminó por desgarrarle la ropa al menor, besando de a poco la piel de este hasta llegar a sus pezones con los cuales jugó un rato con su lengua, el menor se movía un poco al sentir aquel contacto. El mayor bajó su mano hasta la entrepierna del menor palpándola por encima del pantalón mientras que seguía jugando con su lengua y los pezones de este, al poco tiempo el moreno metió su mano dentro del pantalón recorriendo la hombría de este con sus dedos, dando un ligero pellizco en el glande del menor comenzando a masturbarle de a poco, Hwang daba uno que otro gemido entre cortado mientras se aferraba muy fuerte de la ropa del ahora rubio, el cual comenzaba a masturbarle con más fuerza quitando con su otra mano esos estorbosos pantalones , hasta quitarlos por completo permitiendo masturbarle con más fuerza regresando con su boca del pecho del menor hasta sus labios dándole unos apasionados besos que ahogaban los gemidos de este.El mayor  lamio dos de sus dedos llevándolos hasta la entrada de este introduciéndole un dedo , por el cual dio un respingo mas no se quejó demasiado, el rubio comenzó a mover el dedo dentro del menor, introdujo un segundo dedo a la entrada del menor abriendo sus dedos como tijeras dentro de este, mientras aun lo masturbaba, cuando pensó que la entrada de Hwang estaba lo suficientemente dilatada sacó sus dedos de a golpe para remplazarlos con su miembro que ya estaba lo suficiente erecto para eso, poniendo su punta en la entrada comenzando a penetrarle de a poco, hasta estar completamente dentro de él, comenzando con el vaivén dentro del menor dándole primero ligeras estocadas y luego con más fuerzas mientras le masturbaba con ímpetu, el movimiento de caderas comenzó a aumentar de velocidad y profundidad, el menor solo gemía por la extraña sensación de placer y dolor que sentía, las estocadas comenzaban a hacerse de un ritmo muy apresurado hasta que el menor se corrió ocasionando que el mayor también lo hiciera dentro suyo.

—Te amo Christipopher— Chan lo acostó sobre su pecho y sonrío.

—Te amo más.

Hyunjin asintió.

—Nos queda una eternidad para amarnos.
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FIN.