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El con conejitos en la pancita es edición limitada




Kihyun y su ya más que abultado vientre de seis meses se encontraban sentados en el único sofá de la sala, la nueva sala de su nueva casa.
Si, su nueva casa.


Hyunwoo le había ocultado todo ese tiempo que con todos los ahorros y un préstamo había logrado comprar la casa de la que se había enamorado, eso sí, le faltaban arreglos y muchas cosas pero eso lo harían con calma después, por ahora el menor estaba más que feliz.


Hace tan solo tres días que se habían mudado y la casa era un desorden total, lo único que le impedía al menor ordenar y limpiar todo como a él le gustaría era el bebé dentro suyo, pues ya se cansaba con más facilidad y le costaba un poco moverse.


Algo inquieto se removió de su asiento, el bebé la mayor parte del tiempo se mantenía quieto y pacífico como la buena verdurita que era pero a cierta hora del día se movía como un renacuajo, o así lo sentía Kihyun.


Sea coincidencia o no todos los días a la misma hora el bebé se volvía loco, y eso coincidía con la hora de llegada del moreno. Ahora no era la excepción.


El reloj marcaba las siete de la tarde con cuarenta minutos cuando la puerta de entrada se escuchó, y cómo si la patata supiera se empezó a mover, sacando una mueca de dolor del menor.


-¡Bebé ya estoy en casa!

Se podía escuchar al moreno luchando por sacar sus zapatos y tratando de ir lo más rápido al encuentro con su pequeño.
Kihyun estaba riendo pero aún así sentía dolor.


El moreno se veía muy gracioso, llevaba su lonchera de ositos en una mano y en la otra llevaba dos enormes bolsas de color rosa con dibujos de pequeños elefantes bebés.


-¿Qué trajiste ahora?

El moreno había ignorado la pregunta y se acercaba feliz para poder besar tiernamente en los labios a Kihyun y acariciar su vientre calmando al pequeño renacuajo.


-No te imaginas lo que pasó- Hyunwoo decía mientras de sentaba al lado del pequeño- es algo muy loco, venía camino a casa y de repente no sé cómo pero estaba dentro de una tienda de ropa de bebés y ¡todo era tan pequeñito y bonito!


Kihyun miraba al mayor con mirada neutra, el moreno venía diciendo lo mismo de hace más o menos un mes, con la misma escusa y llegando siempre con algo nuevo.


-Si, claro ¿Ahora que compraste?

-¡Mira esto!

Hyunwoo sostenía un pequeño trajecito color rosa pastel con conejitos bordados en donde se supone estaría la pancita del bebé.
Kihyun debía admitir que era demasiado adorable, pero era muy similar a los otros veinte conjuntos comprados por el mayor.

-Amor, es igual a los demás.

Kihyun adoraba con su vida a su esposo pero a veces era tan bobo.
Ahora frente a él había un malhumorado Hyunwoo con labios abultados y brazos cruzados.

-Pero no teníamos el con conejitos, ¡además es edición limitada!

Y ahí estaba, su gran hombre haciendo pucheros y poniendo carita de osito triste, y ambos saben que es imposible resistirse a esa cara.


Kihyun lo miró y luego sonrió con ternura besando la punta de la nariz de su esposo.


-Lo que quieras mi amor, has lo que quieras.

El moreno sonrió triunfal y se dirigió a la que sería la pieza del bebé para poner el conjunto junto a la otra ropa que antes había comprado.

Kihyun solo rogaba que su bebé fuera igual de inocente y tierno como su gran esposo.





🐻🐹




El moreno estaba bastante entretenido lavando los platos que habían ocupado en la cena mientras su pequeño esposo estudiaba en la habitación.
El reloj marcaba las diez de la noche cuando por fin se sacó los guantes y el delantal para dirigirse al baño a darse una merecida ducha y luego poder mimar a sus bebés.

Al entrar a la habitación esperaba ver a su pequeño con el pijama puesto y en la cama pero lo que vio no le gustó en absoluto, solo hizo que su corazón se sintiera triste.
Últimamente Kihyun no tenía mucha energía y solo sentía cansancio pero como el buen terco que era había insistido en seguir un poco más en la universidad, coincidiendo con los exámenes que tenía.
Y por su terquedad ahí se encontraba con la cabeza apoyada en la mesa, los ojos cerrados y el lápiz que estaba utilizando en la mano.
Hyunwoo se acercó despacio y le besó suavemente la cabeza tratando de moverlo un poco y despertarlo.
El menor abrió un ojo primero y luego noto de que se trataba, dando un largo bostezo se levantó y se abrazo cuál koala a su esposo con la intención de que este lo cargara.

-Lo siento amor, mañana tengo una presentación y debo-debo estudiar mucho-otro bostezo y el menor volvía a cerrar sus ojos.

-No más estudio-Hyunwoo lo acomodó en un costado de la cama y lo cubrió con las mantas-Debes descansar-seguido de eso besó sus labios y se dirigió al baño para ahora sí ducharse, luego hablaría con Kihyun sobre esto.

Kihyun por su parte seguía medio despierto y medio dormido, ya no quería estudiar, se sentía cansado y solo quería abrazarse a su osito y dormir por una semana completa.

Vió como su esposo salía del baño sólo con la ropa interior puesta y sintió como el sueño se le había quitado un poquito. Es que ver a su osito así era la parte favorita del día.
Hyunwoo no se había dado cuenta que el par de ojos le miraban atento y no fue hasta que se dio vuelta para ponerse la camiseta que lo noto.

-¿No estabas tan cansado?

Una sonrisa de ojos pequeñitos era suficiente para derretir el corazón del menor.

-La vista es mejor.

El moreno se acercó a la cama y se abrazo al torso de menor poniendo su cabeza entre el cuello de este y una mano acariciándole el abultado vientre.

Kihyun por su parte lo recibió gustoso, adoraba los mimos.

Solo bastaron unos cuantos minutos para tener al menor completamente dormido, Hyunwoo lo miro y apagando la luz de la mesita se acomodó mejor, ahora dejando a Kihyun entre sus brazos y solo pasaron otros pocos minutos para que el mayor también se durmiera.

Los dos con una leve sonrisa en sus labios, sin saber lo que les esperaba.













Espero que les guste❤🐰
















The Garden |showki|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora