Los gusanos son mis amigos
Kihyun tenía la cabeza apoyada en el pecho del mayor, recibiendo gustoso los mimos en su cabeza.
-Kihyunnie, ¿te acuerdas como nos conocimos?
-¡Mamá! ¡Mamá!-el pequeño niño de cuatro años corría lo más rápido que sus cortas piernitas le permitían, entró a la cocina donde su madre preparaba lo que suponía él era la cena-¡Mami un pajarito bebé se cayó de un árbol!-las lagrimas caían sin parar por las regordetas mejillas.
La mujer algo asustada pero a la vez aliviada de que los gritos no fueran porque a su bebé le pasaba algo, lo miró curiosa.
-No llores Kihyunnie, vamos a ver como está, pero no sigas llorando mi amor.
El niño, ahora en brazos de su madre llevaba el dedo en la boca mientras trataba de calmar su llanto, el no quería que el pajarito muriera.
-Mami, ¿la mami pajarito estará triste sin su bebé?-el pequeño estaba muy preocupado de que pasaría con el bebé. Él sin su mami estaría muy triste y quizá el pajarito bebé también lo estaría.
No se dio cuenta cuando su mami lo bajó al suelo y ahora tenía una caja con el pajarito dentro.
-El pajarillo es muy bebé y no puede volar cariño-el pequeño miraba atento la caja, aún en su rostro se apreciaban las marcas frescas de lagrimas que ahora fueron reemplazadas por nuevas lagrimas.
-¡No, mi amor no llores! Ambos vamos a cuidar de él, ¿está bien?
Kihyunnie había dejado de llorar y ahora una hermosa sonrisa mostrando su único diente apareció.
-¡Seré una mami pájaro!
🐥
Como toda una mami pajarito, el niño se encontraba decidido y dispuesto a encontrar la comida de su polluelo.
Armado con su pala de playa y un frasquito se dirigía al jardín delantero de su casa. Kihyunnie había visto en la televisión que los pajaritos bebés comían pequeños gusanos así que él debía encontrarlos, ¿qué tan difícil sería?
Con una gran sonrisa comenzó a cavar, no tardó mucho en hacer un agujero considerable, pero estaba tan entusiasmado que no calculó bien y una pala llena de tierra fue a parar sobre él, el pequeño niño sacudió la tierra de su cara y de su ropa riendo hasta que tocó algo blandito, miró lo que era y una cosa larga y fea se movía en su polera de tiburones, su sonrisa fue reemplazado por un grito y un llanto de horror.
-¡Mamá!-el niño no paraba de llorar, estaba aterrorizado porque la
Decir que todos los vecinos escucharon el llanto del más pequeño de la familia Yoo no era exagerado.
Cualquiera diría que los estaban torturando o algo parecido.
-¿¡Estás bien!?
El pequeño aún no paraba de llorar pero al mirar su polera se dio cuenta que el gusano ya no estaba ahí si no que frente a sus ojos sostenido por otro niño, saltó en su lugar alejándose rápido y limpiando sus ojitos con sus manos, dejando rastros de tierra por todo su rostro.
-¿Es por esto que llorabas?- el otro niño tenía una enorme sonrisa que dejaba notar el hueco de sus dos dientes delanteros, sus ojos desaparecían al estar riendo, Kihyun nunca lo había visto antes.
-¡Tu lo estás sosteniendo!-el pequeño estaba asombrado más que asustado.
-Por supuesto, los gusanos son mis amigos-una risa boba escapo de sus labios que contagio también al pequeño Kihyun-¿Para que querías un gusano? ¡es que acaso te los comes!
-¡No! Son para mi bebé así que...¿podrías ayudarme a recoger más?-las mejillas gorditas del menor se tiñeron de un rosado suave.
El niño mayor sin nombre aún sosteniendo el gusano en su mano, la puso en su barbilla pensativo.
-Está bien, pero me debes una limonada, ¿está bien?
El pequeño asintió gustoso y estiró su frasquito para que depositaran los gusanos.
Pasaron la tarde entre risas, jugando con la tierra a su alrededor.
-Por supuesto que me acuerdo niño de los gusanos-una carcajada escapó de los labios del menor, siempre que recordaba la primera vez que se habían visto le causaba gracia. Recuerda perfectamente. La mejor tarde de primavera.
^^

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The Garden |showki|
Fanfiction✧ › 𝑬𝒔𝒕𝒂 𝒆𝒔 𝒍𝒂 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂 𝒅𝒆 𝒖𝒏𝒂 𝒋𝒐𝒗𝒆𝒏 𝒚 𝒅𝒖𝒍𝒄𝒆 𝒑𝒂𝒓𝒆𝒋𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒗𝒊𝒗í𝒂 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒄𝒂𝒔𝒂 𝒓𝒐𝒔𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒇𝒊𝒏𝒂𝒍 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒄𝒂𝒍𝒍𝒆, 𝒆𝒏 𝒅𝒐𝒏𝒅𝒆 𝒆𝒍 𝒔𝒐𝒍 𝒃𝒓𝒊𝒍𝒍𝒂𝒃𝒂 𝒂𝒍𝒕𝒐 𝒕𝒐𝒅𝒐𝒔 𝒍𝒐𝒔 𝒅...