Estaba muy tranquilo en su escritorio hasta que sintió su teléfono vibrar, era la señal de que recibió un mensaje.
??? (11:35 am): Hola, muy buenas tardes, nos comunicamos desde la pastelería Terroncito de Azúcar para decirle que el pastel de cumpleaños para su hija se encuentra terminado, puede venir por el cuando pueda, estaremos en contacto.
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Lan Xichen por un segundo se sintió maravillado con tan bello pastel, se veía que quienes lo habían preparado tenían una mano de ángel para la cocina. Realmente estaría alegre de ir por él si no fuera por un pequeño inconveniente: él no tenía una hija, y por ende, tampoco un cumpleaños que celebrar.
Lan Xichen (11:35 am): Oh, realmente es un muy lindo pastel.
??? (11:37 am): ¿Se siente conforme con el trabajo de "Terroncito de azúcar"? A nosotros nos pone feliz que le haya gustado ¿A qué hora vendrá por el?
Lan Xichen (11:38 am): tengo un pequeño problema... yo no tengo una hija, ni un cumpleaños que celebrar...
??? (11:38 am): ... ¿si no era tu pastel por qué no lo dijiste de un principio?
Lan Xichen (11:38 am): ¿Ya verificaron que el número es correcto?
??? (11:40 am): ... correcto, al parecer puse mal un numero, lo lamento por el error, que tenga buen día.
Lan Xichen (11:42 am): Ten un buen día tú también, señore pastelere.
Se había reído un rato de aquella situación tan poco normal, mientras claro, volvía a sus aburridos papeles. Lo que sí, cuando su secretario vino a dejarle mas aburrido papeles, aprovecho de pedirle un café junto con una dona glaseada. Oh, ese pastel sí que le había abierto el apetito.
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Ya era pasado las 6 de la tarde cuando ya veía movimiento en casi todos los empleados, venía la hora de salida dentro de poco. Ah, era agotador ser el Ceo de la compañía líder en tecnología: Lan.
Estaba harto de tanto papeleo eso sí, tenía que aprobar tantas cosas, que le llegaba a doler un poco la cabeza. No eran decisiones fáciles, menos con tantos pro y contras con cada acción tomada.
