Noto algo en el ambiente...

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Nota: no creo que los horarios se ajusten a un día en EEUU normal, estas son mis horas de andar por casa. Espero que no sea un contratiempo.

***

Los días pasaban, y todos habían caído en una rutina.

Por las mañanas, los madrugadores desayunaban juntos desde las cinco hasta las cinco y media; a continuación, Darcy, Bucky, Rogers, Burton y Natasha practicaban en el gimnasio, desde las seis de la mañana hasta las ocho.

Seguidamente, Darcy debía prepararse para actuar como asistente personal de Tony Stark de nueve menos veinte a dos. Comía con todos los Vengadores, y se iba a pasar el resto de la tarde (de tres a ocho) con Foster y Banner, cumpliendo aquello a lo que debería haber dedicado el día en apenas unas breves horas.

Y, sencillamente, ella se estaba empezando a agoviar con la monotonía.

Por eso, cuando cierto Dios de las Travesuras apareció en el gimnasio a las seis y treinta y ocho de la mañana, la adrenalina de emoción, que había estado reteniendo desde que se acostumbró a ir y venir con su circo particular, cobró vida propia.

-Chicos, espero que no os moleste, pero he creído oportuno que mi hermano se empiece a aclimatar a las rutinas de la Torre -Thor empujó bruscamente al susodicho, el cual aguantó con entereza el empellón, estiró su ropa y se cruzó de brazos, con una elegancia y una sonrisa altanera que atrajo la atención incluso de Natasha-. Hermano, estos son Natasha Romanoff -señaló a la pelirroja con un ademán, y el moreno la observó con una sonrisa traviesa-, los soldados Steve Rogers y James Burnes -los dos gigantones asistieron , cada uno a un lado de la joven castaña-, y esta pequeña joven es Darcy Lewis -ella sonrió y le saludó con una de sus manos vendadas, antes de volver a la fila con sus compañeros y continuar el entrenamiento como si nada.

Sin notar que ciertos ojos verdes, para variar, no la perdían de vista.

***

No había solo una mujer, ¡sino dos!

Aquel detalle arrancó un sentimiento maligno del Dios de las Mentiras, quien no perdió tiempo e, ignorando la charla de Thor, comenzó a evaluarlas con la mirada.

Allí donde Natasha tenía curvas elegantes, como las de las diosas del Asgard, totalmente compensadas y maduras, Darcy todavía tenía un cuerpo que parecía cercano al final de su desarrollo, ya que mantenía ciertos rasgos aniñados en su rostro que se le antojaban encantadores. Sin embargo, ambas eran muy parejas en sus atributos femeninos, y eso para sus ojos suponía un absoluto deleite.

Sin embargo, cuando las observó moverse, pudo ver que Lewis era ligeramente más fibrosa que Romanoff, y que sus movimientos eran más felinos que los de la pelirroja, la cual era puro erotismo hasta en sus puñetazos.

No pudo evitar preguntarse cómo sería un trío con dos mujeres tan similares y diferentes al mismo tiempo. ¿Sería Darcy una pequeña fierecilla como lo parecía? ¿Natasha sería tan atrevida y pasional como se veía?

-Loki -un nuevo empujón del zoquete le sacó de sus pensamientos, a lo que solo pudo enseñarle una sonrisa falsa y una mirada de todo menos inocente.

-Lo he entendido, hermano -gruñó, sabedor de lo que debía haberle dicho el rubio: nada de utilizar sus poderes, ni su fuerza, ni mucho menos dejarse llevar y acabar haciendo daño a cualquiera de las mujeres, o corría el riesgo de regresar a la repugnante caja de la bestia y quedarse allí hasta el día del juicio final.

Sin problema, subió al ring. Una vez allí, hizo desaparecer su elegante ropa asgardiana, y la sustituyó por unos pantalones cómodos y una camisa, imitando las ropas de los soldados antes de unirse a los movimientos del resto, sin apartar su mirada de los perfectos culos de las dos féminas y soñando despierto con el trío.

No se había dado cuenta de que Thor estaba a su lado hasta que la castañita se detuvo.

-Bien, hasta aquí el calentamiento -la sonrisa de Darcy se agrandó, a la vez que se cruzaba de brazos-. Practicaremos el cuerpo a cuerpo en parejas: Cap, tú con el Soldado -los dos asistieron, y se apartaron un poco del grupo mientras intercambiaban miradas. La competitividad podía cortarse-; los dioses juntos -Thor le pasó un brazo por lo hombros-, y esto nos deja solas a nosotras, Tasha -la nombrada movió el cuello, haciendo lo crujir una única vez.

-Cuando quieras, pitufa.

***

Nadie esperó que ver a Natasha y Darcy peleando pudiera resultar tan erótico.

Ese fue el primer pensamiento que recorrió a la población masculina presente, cuando ambas cayeron al ring en una maraña de brazos y piernas, y de cuerpos sudorosos que luchaban por imponerse sobre la rival.

Darcy estaba con la espalda contra el suelo, y todo esto había salido por una disputa en la que cada una defendía sus artes: Lewis, el boxeo, y Natasha todo aquello que incluyera el uso de patadas.

-¡Ríndete, enana! -le sonrió, sosteniendo su brazo en una llave- Acepta tu derrota.

-No me jodas, teñida -y, sin más, la menor lanzó un potente derechazo a la pierna de la pelirroja, lo que la liberó de su agarre y permitió que se reincorporara ágilmente.

Romanov imitó su postura, y fue cuando se miraron la una a la otra que pudieron apreciar las miradas de los varones.

-¿¡Qué miráis!? -les gruñó, y pronto los seis continuaron con su práctica.

*Perdón por la longitud del cap. Intentaré seguirlo pronto*

Dioses y HéroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora