- Así que ¿una cita? - Dijo Yoongi alzando la ceja de forma sarcástica. Jungkook no solía ser el primero en sugerir salir a tomar un café o salir siquiera, era un enorme paso.
- Sí, ya me moría por una. - Respondió Jungkook exagerando su forma de hablar para hacerlo aún más sarcástico.
Aunque lo cierto era, que le hacía mucha falta salir con el de cabellos azules, él siempre sabía que decir y qué ordenar, sabe mucho sobre comida, alcohol, sobre todo eso último, por alguna razón sabía mucho de historia sobre el alcohol.
La última vez que bebieron juntos conoció un trago irlandés, y nació un chiste que sólo él y Yoongi conocían, realmente fue un buen momento.
- Oh, ¿es nuevo? - Yoongi entró, sosteniendo la puerta abierta para el menor.
- Lo es, abrió hace un par de días y pensé en que tenía que venir aquí contigo.
Ambos entraron al lugar viendo todo con cuidado, era realmente lindo, mesas con chicos y chicas jóvenes riendo, pasando el rato, tomando fotografías.
Había muchas plantas, mucha madera, era muy cálido.
Tomaron asiento en una mesa para dos y vieron un momento el menú, era simple pero suficiente, todo encajaba con la tarde y lo fresco del aire y el ambiente.
Jungkook tenía día corto, había salido temprano de sus prácticas y decidió que no había mejores planes que salir con su amigo, quien por cierto se veía muy feliz de eso.
Pasaron un buen rato hablando de sus días, de lo bueno de la comida y los capuchinos adorables que había ordenado, hablaron de música, de Hoseok, de su paciente.
Cierto, su paciente... había una extraña sensación justo ahí...
- ¿No crees que sea un problema?
- ¿Honestamente? Sí, uno muy grande, yo llego a cometer un error en esto y mis prácticas y todo yo se iría a la mierda.
Yoongi jugaba con unos palillos y el pequeño trozo de lechuga en su plato, tratando de doblarlo mientras estaba perdido en pensar que Jungkook perdiera eso, sabía que eso no era una buena opción pero ¿Qué más podía hacer? ¿Cómo le diría que no si él haría justamente lo mismo con tal de hacer las cosas bien? Pero... ¿Y si no? ¿Y si no salía bien? El peliazul no estaba listo para ver a Jungkook tener una recaída, no luego de aquella vez, lo que lo llevó a depender del maldito frasco naranja.
Pero... ¿No haría lo mismo? ¿Si tuviese la oportunidad de hacerlo de nuevo? ¿De cambiar las cosas? ¿Y... si él también lo intentaba?
Y si... tan solo si... intentara verle... y si le decía que... ¿Qué le diría cuando le viera?
Quizá...
- ¡Yoongi!
Yoongi se detuvo con el tenedor y vio a Jungkook mirándolo fijamente, intentando descifrarlo.
- No hyung, créeme, yo también lo pensé, y las veces que me he arrepentido después de estar tan convencido la noche anterior. Realmente no podemos cagarla así, creo que somos más inteligentes que esto.
- Ah, toda esta situación... ¡yah! ¿Por qué? ¿Por qué no sólo dejaste las cosas así? ¿Qué tal si...?
- No. - El menor le cortó. - Fue mi culpa, en primer lugar yo no debía...
- Sí debías... Estoy harto de los amores jóvenes que simplemente te llenan la cabeza de inseguridades y sólo por no querer quedar como una persona asquerosa y tóxica de mierda no pregunten las cosas directamente.
- Hyung, es mi culpa... eso fue...
- ¿Fuiste tú quien provocó todo eso? ¿Era lo que querías que pasara?
- ¡No! Jamás... jamás quise... yo... - Los ojos de Jungkook comenzaron a cristalizarse.
Yoongi pidió la cuenta y movió su silla más cerca del menor para acariciar su cabello, si seguían hablando de eso no ayudaría a que la cabeza de Jungkook pudiese ver con claridad la situación.
Después de todo... Él también estaba culpándose, porque pudo hacer más, porque pudo simplemente pedirle que... o hacer que entrara en razón... o lo que sea pero... mierda...
Definitivamente él era un hipócrita, no podía aconsejarle al chico que dejara de sentirse así... está comprometido, su boda, todo, simplemente, no podía creer que estaba regañándolo por sentirse culpable.
Al llegar a casa el menor no dijo mucho, se limitó a agradecerle con sinceridad el que hayan ido a conocer la cafetería, pero se veía fuera de sí, no estaba ahí, estaba en todos lados, menos ahí.
Jungkook llegó a su cama, se tumbó ahí, cayendo sobre su bata, sin importarle quitarla para que no estorbase.
Minutos después, decidió levantarse, restregarse la cara, secar sus mejillas encharcadas y el sudor que causa el llorar tan profundamente.
"Podía hacer más por ti... Quería apoyarte... Tenía miedo de no verte de nuevo... Pero ¿ahora?" Junkook tomó su bata para apartarla.
"Ahora no estás más, y mi más grande miedo se hizo realidad."
Un cabello platinado cayó en su cama, debía haber caído de su bata.
"Taehyung..."
El pulso de Jungkook se encontró como loco de sólo recordarse de ese cabello con pequeños risos de color platino y los ojos ilusionados por su trato, de su sonrisa, de... ¡Dios! No podía gustarle.
No podía gustarle nadie, definitivamente no podía castigar al pequeño Taehyung de esa forma.
Pero maldita sea, quién podía no estar delirando por ese ángel en tierra.
🌧🌧🌧🌧
"Junkookie hyung..."
Bogummy se volteó y solo pudo ver a un Taehyung completamente dormido, murmurando el nombre de su doctor suplente.
Es increíble como las cosas están escritas tan perfectamente como para que encajen y den el mismo resultado.
El pelinegro sonrió y decidió dejar dormir al chico, hizo su camino a la puerta tarareando una canción, hasta finalmente salir.
"No te preocupes, cariño.
Todo esto no es una coincidencia.
Somos totalmente diferentes, bebé.
Porque somos los dos quienes encontraron el destino."
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Amnesia💊Kookv
Fanfic❝Hay dos clases de recuerdos: los recuerdos del corazón y los recuerdos del cuerpo. A veces, aunque el cuerpo olvida, hay cosas que el corazón recuerda.❞ ❧Historia Original. ❧ Capítulos cortos. ❧ No adap. ❧ No copiar. © Sam.